A casi 96 horas de la desaparición de los taxistas Carlos y Cristóbal en Acambay, sus familiares y la comunidad aún no tienen pistas claras sobre su paradero. Ambos conductores, originarios de Jilotepec, desaparecieron tras realizar servicios en distintas comunidades del municipio, y aunque sus unidades fueron halladas abandonadas poco después, las autoridades no han logrado ubicarlos.
Las familias de las víctimas, en conjunto con taxistas de Jilotepec, llevaron a cabo un bloqueo intermitente en la autopista México-Querétaro, que fue levantado tras más de doce horas de manifestación en el kilómetro 84, entre Soyaniquilpan y Jilotepec. La movilización concluyó con una mesa de trabajo con la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), en la cual las familias entregaron evidencias como audios, capturas de pantalla, geoubicaciones y mensajes de voz que documentan las últimas comunicaciones con los conductores.
Según informes, Carlos fue abordado por una pasajera que solicitó un servicio en Acambay, y en el trayecto envió mensajes advirtiendo sentirse en peligro. Después de eso, perdió contacto y su taxi fue hallado en la zona. Por su parte, Cristóbal fue visto por última vez en su domicilio en Jilotepec, y su unidad fue encontrada en La Caridad, Acambay, sin que ninguna autoridad haya podido localizarlo hasta ahora.
El gremio de taxistas ACME, del cual ambos formaban parte, atribuye los hechos al crimen organizado, señalando que ambos fueron privados de su libertad por negarse a pagar extorsiones, una problemática que, aseguran, ha aumentado en municipios como Jilotepec, Soyaniquilpan y Acambay. Este grupo también criticó la omisión de las autoridades municipales desde las primeras horas y exigió la intervención del Gobierno federal, dada la gravedad y la estructuración de la violencia en la región.
Las familias pidieron mayor apoyo y comunicación clara, pues las autoridades municipales no han proporcionado información oficial concreta, pese a sus esfuerzos por contactarlas. La desaparición de los dos conductores forma parte de un alarmante incremento en casos de personas desaparecidas en la entidad, que en el primer semestre de 2025 alcanzó las 1,063 personas no localizadas, ubicando al Estado de México en el segundo lugar nacional después de Ciudad de México.
A nivel federal, la situación también es crítica: en los primeros seis meses del año, se reportaron 7,399 casos de personas desaparecidas, un incremento del 18% respecto al año anterior. Hasta mayo de 2025, en el Estado de México había un total de 10,929 personas desaparecidas, en su mayoría jóvenes entre los 15 y 34 años, la misma edad de Carlos y Cristóbal.
Organismos internacionales, como la ONU, advierten que México acumula más de 127,000 desaparecidos y una grave crisis de fosas clandestinas e identificación de cuerpos, donde el Estado de México destaca por su rezago en la búsqueda y reconocimiento de víctimas.
Este martes, en la sede de la FGJEM en Toluca, continuaron las diligencias. Las familias entregaron prueba recabada desde el primer día y esperan que esa información facilite acciones concretas para localizar a los jóvenes con vida. Mientras tanto, aunque el bloqueo fue levantado, las familias aclararon que esto no significa satisfacción, sino una pausa estratégica. Advirtieron que si no reciben garantías de localización, retomarían las movilizaciones para exigir justicia y resultados.