La gastronomía mexicana enriquece su tradición con el pollo encacahuatado, un platillo destacado por su sabor auténtico y sus raíces ancestrales. Caracterizado por su salsa espesa y untuosa a base de cacahuate, que cubre por completo las piezas de pollo, este guiso es un favorito en diversas regiones del país y simboliza la continuidad de prácticas culinarias prehispánicas en la vida cotidiana.
La sencillez de su preparación y la disponibilidad de sus ingredientes explican su popularidad en los hogares mexicanos. Ingredientes como ajo, jitomate, cacahuates, chile ancho, canela, pimienta negra, y pollo, se consiguen fácilmente en mercados y tiendas, permitiendo que este platillo forme parte tanto de celebraciones especiales como de comidas diarias.
Aunque existen variantes regionales en cuanto a ingredientes y pasos, la receta mantiene elementos constantes que reflejan su herencia ancestral, como el uso de cacahuate y chile, originarios de Mesoamérica. Estos ingredientes aportan sabor y valor nutricional al platillo, ya que el cacahuate proporciona grasas saludables y proteínas, mientras que el chile y el jitomate ofrecen antioxidantes.
El proceso inicia con la cocción del pollo hasta que quede tierno. Mientras tanto, en una sartén se tuestan ajo, jitomate y especias como tomillo, clavo, canela, y cilantro, liberando aromas característicos. Es fundamental que los cacahuates se doren sin excesos de grasa, ya que esto aporta textura distintiva.
Luego, el jitomate asado, los cacahuates tostados y las especias se licúan hasta obtener una salsa uniforme y cremosa. Al regresar la mezcla al fuego, se intensifica su aroma y sabor. La salsa se une al caldo de pollo y a las piezas cocidas, permitiendo que los sabores se integren por completo.
El platillo se acompaña tradicionalmente con arroz blanco y tortillas, y se decora con cacahuates troceados. La elección de ingredientes frescos y la precisión en cada paso garantizan una experiencia culinaria única.
El encacahuatado destaca por su equilibrio entre proteínas y salsa, con matices aportados por el apio y los cacahuates tostados, ideal para ocasiones especiales o para honrar las raíces de la cocina mexicana. La transmisión de esta receta entre generaciones y el uso de ingredientes locales fortalecen su lugar en la gastronomía del país, celebrando la riqueza de sus tradiciones culinarias.