¿Sabías que en Lambayeque se acaba de oficializar una ruta innovadora para proteger especies en riesgo y potenciar el turismo sostenible? Este anuncio se realizó en un ambiente institucional donde se destacó la urgencia de cuidar la biodiversidad local, a la vez que se busca renovar la oferta turística de la región.
Desde el Gobierno Regional, las autoridades de turismo explicaron que esta novedosa propuesta crea un circuito que conecta a visitantes nacionales y extranjeros con dos especies emblemáticas: el oso de anteojos y la pava aliblanca. Ambas están en situación vulnerable y necesitan acciones públicas constantes para su conservación.
¿Pero qué hace tan especial a esta ruta? La Gerencia Regional de Comercio Exterior y Turismo confirmó que el proyecto se basa en promover la naturaleza y la ciencia. Además, entregaron a PromPerú resoluciones oficiales que respaldan la iniciativa, asegurando que cuenta con el soporte normativo necesario.
El circuito busca atraer a quienes tienen interés en ecosistemas únicos del bosque seco y combina tres destinos con reconocimiento ambiental y cultural: el Santuario Histórico Bosque de Pómac, el Refugio de Vida Silvestre Laquipampa y la Reserva Ecológica Chaparrí. ¿Qué relación tienen estos lugares? Forman parte de un corredor que une conservación, investigación y comunidades, ofreciendo una alternativa distinta a los circuitos tradicionales y fomentando actividades sostenibles en zonas rurales.
El Bosque de Pómac, con más de cinco mil hectáreas en la provincia de Ferreñafe, fue creado en 2001 para conservar su paisaje natural y el complejo arqueológico de Sicán. Situado a solo 31.5 km de Chiclayo, se ha convertido en un espacio clave para el turismo cultural, de aventura y observación de fauna. Esto lo hace aún más interesante: su valor histórico y ecológico atrae cada vez más a los visitantes, sobre todo gracias a su inclusión en la ruta nacional “Caminos del Papa León XIV”.
Por otro lado, el Refugio de Laquipampa, en Incahuasi, a más de dos horas y media de Chiclayo, ofrece un escenario de quebradas, bosques y cascadas. Durante el último año, casi 10,000 personas lo visitaron, un dato impresionante considerando que tiene acceso controlado y un enfoque científico.
Por último, la Reserva Chaparrí, en Chiclayo, fue la primera Área de Conservación Privada del Perú en 2001. Administrada por comunidades, ha impulsado proyectos para proteger fauna y flora, incluyendo una enorme población de osos de anteojos y 283 especies de aves, como la pava aliblanca.
Las comunidades a cargo explican que “Chaparrí permite un vínculo directo con la naturaleza y prácticas de conservación comunitaria”. Incorporarla a esta ruta refuerza el valor de modelos sostenibles y con participación local.
¿Y qué busca esta ruta? Mejorar las opciones turísticas en Lambayeque y promover actividades económicas que respeten la conservación del ecosistema. Las autoridades regionales destacan que el objetivo es fortalecer el trabajo conjunto con las comunidades y posicionar a Lambayeque como un destino de naturaleza y ecoturismo único en su tipo.