Un estudio reciente publicado en la revista Science revela que las plantas de maíz desarrollan un mecanismo de comunicación para protegerse de plagas y patógenos. Cuando crecen en proximidad, liberan una sustancia llamada linalool, que funciona como un gas volátil aromático similar a la lavanda. Esta sustancia activa en las plantas vecinas la liberación de benzoxazinoides, compuestos clave en la defensa contra insectos, microbios y otras plantas.
La investigación, realizada por científicos en China, muestra que esta comunicación no solo fortalece las defensas de las plantas sino que también altera la microbiota del suelo, lo que puede beneficiar futuros cultivos. Sin embargo, este proceso implica un compromiso, ya que las plantas reducen su crecimiento en favor de una protección más efectiva.
Al experimentar con linalool sintético, los científicos observaron que las plantas de maíz también aumentaban sus mecanismos de defensa en entornos con alta densidad, logrando una mejor adaptación a las amenazas.
El estudio concluye que estas interacciones mediante señales naturales y procesos subterráneos permiten a las plantas optimizar su defensa en condiciones de cultivo denso. Los autores sugieren que aprovechar esta vía natural, mediante mejoramiento genético, inóculos microbianos o biología sintética, podría conducir al desarrollo de cultivos más resistentes y reducir la dependencia de insumos químicos.