Un equipo de científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha identificado, por primera vez, signos de actividad volcánica en la luna Ío de Júpiter, utilizando técnicas innovadoras con inteligencia artificial y el telescopio espacial James Webb.
Liderados por el doctor Joel Sánchez Bermúdez, investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM, los investigadores detectaron al menos siete volcanes activos en la superficie de la tercera luna más grande del planeta Júpiter. La investigación se apoyó en una técnica avanzada de interferometría, que combina diferentes señales de luz para generar imágenes con mayor resolución, necesaria por la constante variabilidad de la superficie de Ío.
Para realizar estas observaciones, se implementó una máscara de aluminio con siete orificios en el Telescopio Espacial James Webb, una innovación que le permite realizar interferometría. Sánchez Bermúdez explicó que esta es la primera vez que el telescopio cuenta con esa capacidad, ya que los siete puntos de la máscara habilitan la creación de patrones de interferencia que permiten recuperar detalles de la superficie lunar.
Debido a la presencia de objetos brillantes en el espacio, fue necesario bloquear parcialmente la entrada de luz para evitar saturación en las imágenes. Además, los expertos desarrollaron un método basado en redes neuronales para reconstruir con precisión la superficie de Ío, combinando técnicas de simulación y análisis avanzado.
Gracias a estos avances tecnológicos, se logró identificar puntos calientes, erupciones volcánicas, tamaños específicos de los volcanes y regiones de emisión volcánica, así como depósitos potenciales de dióxido de azufre.
Este hallazgo confirma que Ío, conocida por su intensa actividad volcánica, sigue presentando signos de actividad en su superficie, gracias a la integración de tecnología de punta en la observación astronómica.
Estas innovaciones en procesamiento de imágenes y análisis de datos abren un nuevo capítulo en el estudio de cuerpos celestes y su actividad volcánica, permitiendo un entendimiento más profundo del sistema joviano.