Desigualdad y pobreza extrema en México frenan el desarrollo infantil y perpetúan la desigualdad social

Por: Equipo de Redacción | 26/08/2025 22:00

Desigualdad y pobreza extrema en México frenan el desarrollo infantil y perpetúan la desigualdad social

La desigualdad en los ingresos en México constituye uno de los principales obstáculos para el desarrollo integral de la infancia, evidenciado en que el 11.5% de los menores de 0 a 5 años en situación de pobreza extrema por ingresos presenta rezagos educativos, alertó el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) en su informe Movilidad Social en México 2025. Esta problemática surge principalmente porque los padres o tutores no disponen de recursos económicos suficientes para brindarles una educación inicial adecuada.

De acuerdo con estadísticas del año pasado, el 37.1% de los niños en ese rango de edad enfrentaba vulnerabilidad, poniéndolos en desventaja frente a los grupos con mayores recursos, que constituyen la menor proporción de infantes afectados.

El CEEY destacó que la desigualdad no solo afecta la educación, sino también áreas fundamentales como la salud, la seguridad social, la vivienda, los servicios básicos y el acceso a una alimentación nutritiva y de calidad. Por ejemplo, el 16.1% de los menores entre 0 y 5 años en México sufren de carencias en alimentación saludable, porcentaje que aumenta al 45.7% en los que viven en pobreza extrema.

Asimismo, un 19.3% de estos niños enfrentan deficiencias en el acceso a servicios básicos en sus viviendas, cifra que alcanza el 73.5% en aquellos en situación de pobreza extrema, y el 13.6% presenta viviendas con espacios de mala calidad, en comparación con el 52.3% en pobreza extrema. La situación en seguridad social es aún más alarmante: el 98.4% de los niños en pobreza extrema carecen de acceso a estos servicios, frente al 56.9% a nivel nacional.

El informe señala que el 37.7% de los menores mexicanos de 0 a 5 años sufren falta de acceso a los servicios de salud, porcentaje que se mantiene en el 37.1% en quienes viven en pobreza extrema.

El documento del CEEY también indica que al menos la mitad de la desigualdad en ingresos está relacionada con circunstancias fuera del control de las personas, como las condiciones de nacimiento y entorno familiar. Por ejemplo, una tercera parte de quienes nacen en el 20% de los hogares con menores recursos económicos no logra escapar de la pobreza durante la adultez.

Las cifras muestran que las desigualdades en México son tan profundas que solo 2 de cada 100 personas nacidas en condiciones de pobreza alcanzan niveles económicos altos. Además, las dificultades relacionas desde el nacimiento persisten, aun si los padres alcanzan educación básica o superior. Solo el 9% de quienes tienen padres con educación primaria o menos logran acceder a estudios profesionales, en contraste con el 63% de quienes tienen padres con educación superior.

Estos datos evidencian cómo la pobreza y la desigualdad se reproducen en generaciones, limitando las oportunidades de desarrollo y perpetuando un ciclo de desigualdad social en México.