Durante las primeras jornadas del programa de atención médica comunitaria en el Estado de México, personal de salud ha detectado casos de diabetes e hipertensión sin control, así como rezago en atención a adultos mayores y síntomas persistentes de depresión.
Samantha Jiménez Rosales, licenciada en enfermería e integrante de las brigadas en San Francisco Tlalcilalcalpan, municipio de Almoloya de Juárez, explicó que muchos padecimientos que afectan a las personas mayores podrían haberse manejado con atención básica.
‘Los problemas más comunes en adultos mayores son la diabetes en total descontrol y la hipertensión arterial. Muchas personas tienen creencias sobre curas caseras y temen tomar medicamentos’, indicó.
Este programa fue presentado oficialmente por la presidenta Claudia Sheinbaum y la gobernadora Delfina Gómez Álvarez desde el Centro Médico Adolfo López Mateos en Toluca hace unos días.
Operará en las 19 jurisdicciones sanitarias del Estado de México y contará con 1,410 brigadistas, entre personal médico, de enfermería y técnico, quienes visitarán a 1.8 millones de personas identificadas mediante el censo de pensiones para adultos mayores y personas con discapacidad.
Cada brigadista atenderá entre ocho y diez pacientes diarios, con visitas programadas según el diagnóstico, y contará con herramientas como tabletas electrónicas, termómetros, baumanómetros, básculas, tiras reactivas, cubrebocas y gel antibacterial.
En comunidades como San Francisco Tlalcilalcalpan, Samantha ha observado que el abandono emocional es frecuente en personas mayores. Muchos no reconocen la tristeza como un problema, y el aislamiento a menudo se manifiesta en molestias físicas o silencios prolongados.
‘He visto a muchos adultos mayores muy solos. La mayoría no dice que tiene depresión, pero con el tiempo confiesan que tienen ganas de llorar y que se sienten olvidados’, relató.
Aunque las brigadas pueden canalizar a pacientes con síntomas de depresión, no todos aceptan atención psicológica. En su experiencia, muchas personas mayores desconfían de este apoyo profesional, por lo que tienden a buscar vínculos desde sus propias creencias.
‘Si creen en Dios o en otra fe, los motivo a hablar con su deidad. A veces hablar con otra persona los inhibe. Así logramos que expresen lo que sienten sin sentir presión institucional’, agregó.
Samantha señaló que, aunque existe cierta incertidumbre al visitar domicilios, no ha sufrido agresiones ni rechazos. La presentación formal y un trato respetuoso han sido clave para generar confianza en las comunidades.
Considera que este programa es una oportunidad para los egresados de enfermería que enfrentan obstáculos para ingresar al sistema hospitalario.
‘Ha sido difícil ingresar a una unidad hospitalaria por los perfiles que exigen. Este programa nos permite ejercer y adquirir experiencia’, explicó.
El delegado estatal de los programas del Bienestar, Ernesto Armendáriz, comentó que la estrategia será adaptada a cada región, según sus características geográficas y acceso a servicios de salud.
Finalmente, se informó que la Secretaría de Seguridad del Estado de México brindará acompañamiento a las brigadas en zonas consideradas de riesgo y que la operación será en horario diurno, con respuesta inmediata en casos de urgencia.