El tipo de cambio del dólar en Perú cerró hoy a S/ 3.3875, su cotización más baja desde noviembre de 2019. Según la serie histórica del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), la última vez que el dólar se ubicó por debajo de ese nivel fue hace más de cinco años, específicamente el 25 de noviembre de 2019, cuando cerró en S/ 3.3870. Desde entonces, no había vuelto a situarse en ese rango, incluso durante los períodos de apreciación del sol en 2020 y 2022. A pesar de la crisis política, el sol peruano mantiene su fortaleza frente al dólar.
Este fenómeno no es exclusivo del Perú. A nivel internacional, el dólar ha mostrado una tendencia a la baja, impulsado por diversos factores que reducen su atractivo como refugio económico. En los primeros seis meses de 2025, el índice DXY, que mide al billete verde frente a una canasta de monedas clave, perdió cerca del 10%, uno de los descensos más pronunciados en décadas.
Entre las causas se encuentran las expectativas de recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, debido a una desaceleración económica y un mercado laboral menos robusto. Además, la tensión comercial entre Estados Unidos y China, en particular las restricciones a exportaciones de tierras raras, ha generado nerviosismo e debilitado la demanda por dólares.
En contraste, el euro ha ganado fuerza frente al dólar, y monedas como el yen y el franco suizo también se han fortalecido por su carácter de activos seguros. La caída del billete verde ha impulsado además el precio del oro, que alcanzó nuevos máximos en medio de expectativas de tasas de interés más suaves en EE. UU. y un dólar más débil.
Los analistas consideran que esta tendencia bajista del dólar no sería temporal, sino una tendencia prolongada. Algunas estimaciones indican que la moneda estadounidense podría depreciarse otro 10% frente a sus pares antes de fines de 2026, si las condiciones externas permanecen desfavorables.
El BCRP juega un papel importante en esta situación. Su política monetaria prudente, controlando la liquidez y evitando medidas expansivas excesivas, ayuda a que el sol siga siendo atractivo y que las expectativas de inflación se mantengan estables. Además, cuenta con reservas internacionales suficientes para intervenir de manera indirecta en casos de alta volatilidad.
La decisión del Banco Central de mantener o ajustar su tasa de interés también influye en la cotización del sol. Tasas competitivas o atractivas pueden motivar a inversores y ahorradores a preferir activos en soles, presionando a la baja al dólar. Actualmente, se considera que el BCRP mantiene una postura neutral o ligeramente restrictiva, confiando en que la inflación se mantendrá en rango meta, lo que contribuye a la estabilidad cambiaria.
La credibilidad del BCRP, construida a lo largo de los años, también ayuda a reducir la percepción de riesgo cambiario y las expectativas de depreciación futura del sol. En parte, la caída del dólar a nivel global ha favorecido al sol peruano, y esa tendencia es atribuible tanto a factores externos como internos.
Aunque el tipo de cambio en Perú opera en un régimen de flotación, no se trata de una flotación pura. Se habla de “flotación sucia”, en la que el BCRP puede intervenir para suavizar movimientos extremos y evitar que el tipo de cambio se dispare en momentos de tensión, permitiendo mantener la estabilidad en un contexto de debilitamiento mundial del dólar.