La economía mundial ha demostrado una mayor resistencia de la prevista a pesar de las múltiples tensiones y shocks recientes, afirmó la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva. Ella anticipó solo una ligera desaceleración del crecimiento global en 2023 y 2024.
Durante un evento del Instituto Milken en Washington, Georgieva resaltó que tanto Estados Unidos como otros países han mantenido su estabilidad gracias a políticas efectivas, un sector privado flexible, aranceles de importación menos severos de lo que se proyectaba y condiciones financieras favorables.
"El crecimiento mundial se desacelerará solo ligeramente en estos años. Todas las señales indican que la economía global ha resistido fuertes shocks derivadas de diversos shocks externos", dijo.
En julio pasado, el FMI elevó sus previsiones de crecimiento mundial en 0.2 puntos porcentuales para 2025, hasta el 3.0 por ciento, y en 0.1 puntos para 2026, hasta el 3.1 por ciento. La actualización se dará a conocer en las próximas reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial en Washington.
La coyuntura internacional se presenta en un contexto en el que la política comercial de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, ha generado incertidumbre, con aranceles elevados y medidas restrictivas contra la inmigración. Además, la rápida transformación tecnológica impulsada por la inteligencia artificial está modificando las perspectivas laborales en el mundo.
Georgieva comentó que la economía global está "mejor de lo que se temía, pero peor de lo necesario", señalando que el crecimiento a mediano plazo podría estar en torno al 3 por ciento, una cifra muy por debajo del 3.7 por ciento estimado antes de la pandemia de COVID-19.
El FMI también advirtió sobre las raíces profundas de marginación y descontento en países de todo el mundo, así como los riesgos que enfrentan las economías globales. La incertidumbre es sumamente alta y continúa en aumento. La demanda de oro, considerado un activo refugio, ha crecido, con las tenencias de oro superando el 20 por ciento de las reservas oficiales mundiales.
Respecto a la política arancelaria de Estados Unidos, Georgieva señaló que los aranceles han sido menos severos de lo inicialmente anunciado, con una tasa ponderada del 17.5 por ciento frente al 23 por ciento en abril. Sin embargo, advirtió que estos cambios podrían desencadenar una escalada de medidas proteccionistas, elevando la inflación y afectando las cadenas de suministro globales.
La directora del FMI alertó también sobre la sobrevaloración de los mercados financieros, cuyos niveles se asemejan a los de hace 25 años durante el auge de internet, y subrayó que la incertidumbre se ha convertido en una "nueva normalidad".
Georgieva instó a los países a promover un crecimiento duradero mediante el impulso a la productividad privada, la consolidación del gasto fiscal, la reducción de la deuda y la corrección de desequilibrios en las cuentas corrientes, con miras a reforzar sus reservas para futuras crisis.
Asimismo, destacó que la deuda pública global podría superar el 100 por ciento del PIB para 2029. En ese contexto, subrayó la importancia de políticas que fomenten la competencia, derechos de propiedad, el estado de derecho y una supervisión financiera efectiva.
En cuanto a las regiones específicas, mencionó que Asia necesita profundizar en el comercio y reformar su sector servicios; en África subsahariana, las reformas enfocadas en el impulso empresarial podrían elevar su PIB per cápita en más del 10 por ciento. Europa, por su parte, debería avanzar en la creación de un mercado único para mejorar su dinamismo, mientras que Estados Unidos debe tomar medidas para reducir su deuda federal, que se acerca a máximos históricos tras la Segunda Guerra Mundial.
Finalmente, Georgieva indicó que China también tiene tareas pendientes, como incrementar el gasto en redes de seguridad social, sanear el sector inmobiliario y reducir el gasto en políticas industriales.