El Departamento de Justicia de Estados Unidos decomisó 15 mil millones de dólares en Bitcoin, en la mayor incautación de su historia, tras desmantelar una red cibercriminal y de trata dirigida por un camboyano prófugo que operaba en países del Sudeste Asiático.
La Fiscalía del distrito Este de Nueva York y la división de Seguridad Nacional acusaron a Chen Zhi, de 37 años, líder del conglomerado empresarial Prince Holding Group, objeto de sanciones internacionales por parte de Estados Unidos y Reino Unido, por delitos financieros relacionados con el trabajo forzado.
Según un comunicado, el gobierno estadounidense tiene en custodia aproximadamente 127,271 bitcoins, valorados en unos 15 mil millones de dólares, provenientes de actividades fraudulentas y de blanqueo de dinero, almacenados en sus carteras digitales.
La imputación a Zhi, quien está en paradero desconocido y enfrenta hasta 40 años de prisión, representa uno de los golpes más contundentes contra la trata de personas y el ciberfraude financiero a nivel mundial, señalaron la fiscal estadounidense Pam Bondi y su adjunto Todd Blanche.
Las autoridades alegan que Zhi dirigía un imperio delictivo bajo la fachada de Prince Group, con presencia en más de 30 países, en el que forzaba a realizar estafas en línea a 'escala industrial' a cientos de víctimas de trata confinadas en recintos similares a prisiones en Camboya.
Estas estafas, centradas en promesas de altas ganancias en inversiones, involucraban a víctimas de todo el mundo y contaban con redes locales vinculadas a Prince Group, incluyendo una en Brooklyn, Nueva York, que facilitaba transferencias y blanqueo de millones de dólares provenientes de unas 250 víctimas en Estados Unidos.
Las víctimas eran forzadas a realizar las estafas en edificios rodeados de muros y alambres de púas, bajo amenazas y violencia física, con registros de castigos que incluían palizas y otros métodos de tortura. Zhi participaba en la recaudación de fondos y en la planificación de estas actividades.
La acusación también señala que Zhi y otros ejecutivos utilizaban su influencia política en diversos países para proteger su red mediante sobornos, además de emplear técnicas sofisticadas de blanqueo de dinero, camufladas en negocios legítimos como minería de criptomonedas y plataformas de apuestas en línea.
De acuerdo con las autoridades, los fondos obtenidos por Prince Group, que Estados Unidos ha declarado como una red transnacional criminal, se empleaban en compras de lujo, incluyendo yates, aviones privados y obras de arte, entre ellas un cuadro de Picasso adquirido en una casa de subastas en Nueva York.