Los funcionarios iraníes que participan en la cumbre de la ONU en Nueva York esta semana enfrentan nuevas restricciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos, que prohíbe la adquisición de ciertos productos, desde cosméticos en grandes cantidades hasta relojes de lujo. La medida forma parte de la estrategia de 'presión máxima' del gobierno de Donald Trump contra Teherán, con el objetivo de presionar en las negociaciones sobre el programa nuclear iraní.
El portavoz del Departamento de Estado, Thomas Pigott, expresó: 'No permitiremos que el régimen iraní deje a sus élites clericales ir de compras en Nueva York mientras el pueblo iraní sufre pobreza, infraestructura deteriorada y una grave escasez de agua y electricidad'.
La prohibición afecta a diplomáticos y otros funcionarios iraníes, quienes no podrán ingresar a tiendas como Costco, Sam’s Club y BJ’s Wholesale Club. Además, la Casa Blanca requiere que estos funcionarios obtengan autorización del Departamento de Estado para adquirir 'artículos de lujo'.
Entre los productos afectados se encuentran relojes, electrónicos y plumas estilográficas cuyo valor supere los mil dólares, además de vehículos con un precio superior a 60 mil dólares. La medida busca limitar el acceso de funcionarios iraníes a bienes considerados de lujo, en un contexto en el que las sanciones estadounidenses han afectado severamente la economía de Irán, restringiendo importaciones, exportaciones de petróleo y otros productos.
Desde que asumió en 2017, el gobierno de Trump ha intensificado las acciones contra Irán, incluyendo ataques a instalaciones nucleares en junio pasado con misiles y bombas, en un intento por frenar su programa nuclear.