Los costos logísticos sin transporte aumentaron un 2.47% en octubre, según el índice elaborado por la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (CEDOL) en colaboración con el Centro Tecnológico de Transporte, Tránsito y Seguridad Vial (C3T) de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Este incremento eleva el acumulado anual del indicador a un 27.13%, reflejando la presión de componentes salariales e insumos industriales, aun sin considerar el impacto de combustibles y transporte.
El aumento mensual se explica principalmente por la entrada en vigor del segundo tramo del acuerdo paritario del sector. Además, se registraron subidas en diferentes rubros como film stretch (5%), el índice de precios internos al por mayor (IPIM, 3.69%), seguridad (2.83%), comunicaciones (2.16%) y energía (0.33%). Por otro lado, los gastos en alquileres y pallets permanecieron estables.
Los analistas del C3T destacaron que estos costos, que excluyen directamente el transporte, mantienen un comportamiento estable en comparación con meses anteriores. Sin embargo, la recomposición salarial y las fluctuaciones en el tipo de cambio siguen afectando la rentabilidad del sector.
Por su parte, el índice de CEDOL que incluye costos de transporte —como combustible, mantenimiento, seguros y peajes— registró una subida del 3.27% en octubre y acumula un aumento del 30.52% en el año. Entre los componentes con mayor incremento se encuentran combustible (3.09%), lubricantes (5.50%), neumáticos (3.83%), reparaciones (2.77%), material rodante (2.19%), seguros (5.51%), costos financieros (10.36%), gastos generales (1.02%) y peajes (0.48%).
El índice de Distribución Urbana, tanto con como sin acompañante, mostró un ascenso del 2.57%, alcanzando acumulados anuales del 26.08% y 25.75%, respectivamente.
Estos indicadores, que miden las variaciones de costos públicos y fácilmente medibles, no consideran factores externos como demoras administrativas, conflictos sindicales o alteraciones en la cadena de suministro que pueden afectar la productividad, pero que no se reflejan en los valores estadísticos.
Tras un primer semestre de alta volatilidad, las últimas mediciones muestran una moderación en las variaciones mensuales, aunque persisten desafíos estructurales como la volatilidad del tipo de cambio, las renegociaciones salariales y los costos financieros. La brecha de más de tres puntos entre los índices con y sin transporte evidencia el peso creciente de los insumos vinculados a movilidad y energía en la estructura logística.
Según fuentes del sector, de mantenerse esta tendencia, se podría consolidar un escenario con márgenes operativos ajustados, especialmente para las pequeñas y medianas empresas que dependen de contratos con tarifas fijas o de largo plazo. Por ello, la previsibilidad y eficiencia operacional serán claves para mantener la competitividad en el sistema logístico argentino en los próximos meses.
