
Bogotá avanza en la transformación de su espacio público con la creación del parque Guaymaral, un proyecto de gran envergadura que cambiará el paisaje urbano del norte de la ciudad y establecerá nuevos rivales en recreación, movilidad y sostenibilidad ambiental.
Situado entre la calle 183 y la 246, y delimitado por la carrera Séptima y la futura avenida Boyacá, el parque Guaymaral será el de mayor extensión en la capital, con 170 hectáreas, superando en 57 hectáreas al parque Metropolitano Simón Bolívar, actualmente el principal referente en parques urbanos en Bogotá.
Según Alejandro Callejas, gerente de Lagos de Torca, el propósito del proyecto no es solo su tamaño, sino su papel como conector ecosistémico: “Esta visión es más verde y busca la conexión a través del agua”, afirmó, destacando el enfoque ambiental y de restauración hídrica del parque.
El atractivo ecológico del parque radica en su función como enlace entre los cerros Orientales y el sistema de humedales Torca-Guaymaral, restaurando el flujo de las quebradas Patiño y Aguas Calientes. La propuesta busca consolidar un corredor biológico que facilite la circulación de especies y la recuperación de biodiversidad en la Sabana, integrando cuerpos de agua y zonas boscosas en una red ambiental fundamental para la sostenibilidad de la ciudad y la región.
El diseño, en desarrollo, contempla múltiples espacios para actividades recreativas, deportivas y culturales. Destaca la construcción de una concha acústica para 5,000 espectadores, que aspira a ser un referente para eventos culturales al aire libre. También se planean zonas deportivas, incluyendo una pista de BMX, áreas para deportes extremos, canchas de fútbol y baloncesto, además de espacios de juegos infantiles. Los visitantes podrán disfrutar de 45 kilómetros de senderos, ideales para caminar y andar en bicicleta, que recorrerán praderas, bosques y áreas ribereñas, promoviendo la interacción con la naturaleza.
En materia de restauración ambiental, se proyecta ampliar el humedal Torca-Guaymaral de 34 a 75 hectáreas, mejorando las condiciones para flora y fauna local y restableciendo las dinámicas hídricas entre ambos humedales. Esto incluye elevar tramos de la Autopista Norte para facilitar el paso de especies como curíes y serpientes sabaneras, garantizando la conectividad biológica y la conservación de especies endémicas.
El proyecto Lagos de Torca, con el parque Guaymaral como insignia, ha sido fruto de más de veinte años de planificación y participación ciudadana. Incluye mejoras en nueve quebradas, recuperación de 115 a 421 hectáreas de vegetación, y una masiva siembra de árboles, que pasará de 5,000 a más de 95,000 ejemplares.
La movilidad será otro pilar del proyecto, con la creación de 44.35 kilómetros de ciclorrutas en vías locales y 11 en vías principales, asegurando desplazamientos seguros para ciclistas. Los diseños urbanos priorizan al peatón, con espacios peatonales que superan los 16 metros en vías principales y 3.5 en vías locales, fomentando calles cortas, convivencias seguras y caminabilidad.
Lagos de Torca también impulsa prácticas de ecourbanismo y sistemas de drenaje sostenible que retendrán y reutilizarán hasta un 30% del agua de lluvia, ayudando a reducir inundaciones y mejorando la eficiencia hídrica.
Además, se crearán plazas multifuncionales y parques a lo largo de una red de 15 kilómetros de parques naturales, promoviendo un entorno inclusivo y socialmente activo. Todo esto se enmarca en los objetivos de la agenda urbana de Naciones Unidas, enfocada en sostenibilidad, conservación y reducción de emisiones.