Un estudio reciente de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, reveló que el intestino humano posee un 'sexto sentido' que ayuda a regular el hambre de manera casi instantánea. Publicado en la revista Nature, el hallazgo señala que el sistema digestivo no solo procesa alimentos, sino que también detecta la calidad de los nutrientes y envía señales eléctricas al cerebro para controlar el apetito en tiempo real.
Conocido como el 'segundo cerebro' por su gran cantidad de neuronas, el intestino ahora demuestra tener capacidades aún más avanzadas. Células intestinales llamadas neuropodos funcionan como sensores especializados, capaces de detectar nutrientes como la glucosa y comunicarse directamente con el cerebro a través del nervio vago.
El Dr. Diego Bohórquez, autor principal del estudio, explicó que estas células actúan como un radar interno que detecta la glucosa en los alimentos y envía señales en cuestión de segundos para indicar que se ha consumido algo calórico.
Este descubrimiento abre la posibilidad de desarrollar nuevos tratamientos para problemas relacionados con el apetito, como la obesidad y los trastornos por atracón, ya que entender cómo activar o bloquear estas señales podría permitir regular el hambre sin necesidad de métodos invasivos.
Además, los expertos advierten que el tipo de comida que ingerimos puede afectar este 'sexto sentido'. Los alimentos ultraprocesados podrían confundir el sistema natural de control del apetito, aumentando el riesgo de comer en exceso sin ser conscientes.
Este avance evidencia que el intestino tiene un papel mucho más complejo en nuestra vida cotidiana de lo que se pensaba. Bohórquez afirmó que 'el intestino no solo digiere, también decide cuándo y cuánto comemos'.
El hallazgo abre nuevas perspectivas en medicina y nutrición, y subraya la importancia de mantener una alimentación equilibrada. Nuestro cuerpo, literalmente, cuenta con sensores propios para ayudarnos a gestionar nuestro apetito; solo debemos aprender a escucharlos.