El Mercado 16 de Septiembre de Toluca: medio siglo de tradición en un mundo en transformación

Por: Equipo de Redacción | 16/09/2025 20:30

El Mercado 16 de Septiembre de Toluca: medio siglo de tradición en un mundo en transformación

El Mercado 16 de Septiembre en Toluca, un ícono que ha perdurado durante 50 años en el barrio de Zopilocalco, sigue siendo un referente de abasto a pesar de los cambios en los hábitos de consumo. Sus pasillos, llenos de jitomates húmedos y chiles de diversas especies, han sido testigos del paso del tiempo, conservando rostros de clientes y locatarios que aún saludan con su tradicional pregón: ‘pásele, marchanta, ¿qué le doy?’.

Desde 1975, cuando dejó su antiguo edificio art nouveau —hoy sede del Cosmovitral Jardín Botánico— el mercado ha mantenido su esencia, aunque enfrenta una competencia distinta. Los supermercados y las aplicaciones de comercio digital ofrecen comodidad y rapidez, desplazando en algunos casos la tradicional visita familiar a sus pasillos.

Frente a estos cambios, los comerciantes han tenido que adaptarse. Arturo Vidaurri, quien atiende un puesto de abarrotes desde hace 13 años, señala que han incorporado terminales bancarias para aceptar pagos con tarjeta y transferencias. Sin embargo, este proceso no ha sido fácil, pues algunos clientes todavía prefieren el efectivo por desconfianza en las transacciones digitales y temor a que sus ingresos queden fuera de los registros fiscales.

Este temor también involucra a los locatarios, quienes ven en la modernización una oportunidad, pero también un riesgo frente a la vigilancia del Sistema de Administración Tributaria (SAT). Algunos reconocen que aceptar pagos electrónicos les ayuda a captar a clientes que antes no compraban con tarjeta, pese a las dudas iniciales.

Mientras en tiendas y plataformas digitales el pago electrónico es la norma, en el mercado tradicional la convivencia entre efectivo y modernización es todavía palpable. Para los comerciantes, la verdadera competencia no son las tiendas de barrio ni las plataformas, sino las grandes cadenas y el comercio digital, que han facilitado que las familias hagan sus compras desde la comodidad del hogar.

No obstante, la diferencia clave, aseguran, es el servicio personalizado y cercano que ofrecen: “sabemos cómo le gustan los jitomates a cada cliente, si los quiere duros o blandos”, explica Silvestre Martínez, convencido de que esa atención individual sigue siendo el mayor valor del mercado.

La frase “el Sol sale para todos” se repite entre los pasillos, demostrando una actitud de aceptación ante los nuevos competidores. Pese a la presión, el mercado sigue vivo gracias a su oferta de productos frescos—de la Central de Abasto o directamente del campo—como el mole casero, semillas tostadass, jamaica y tamarindo, que atraen a quienes buscan calidad y buen precio.

Los locatarios también desean transmitir esa tradición a las nuevas generaciones, especialmente a los niños que crecieron en un mundo dominado por las grandes cadenas. Sin embargo, también reconocen que enfrentan retos internos, como infraestructura envejecida y la necesidad de reforzar la seguridad.

Para seguir siendo relevante, el Mercado 16 de Septiembre sabe que debe ofrecer una experiencia que complemente la modernización con condiciones atractivas que mantengan la tradición activa.

Cincuenta años después de dejar su antiguo edificio, este mercado sigue vigente entre pregones, colores y aromas que son parte de la identidad de Toluca. Sus vendedores comprenden que, aunque los hábitos han cambiado, el valor de la tradición permanece, y la invitación a recorrer sus pasillos, elegir fruta con las manos y dejarse envolver por los aromas continúa vigente.

Mientras existan quienes busquen esa experiencia auténtica, el Mercado 16 de Septiembre seguirá escribiendo su historia, adaptándose a los nuevos tiempos sin perder su esencia.