La logística representa la fuerza vital de la industria química, asegurando que cada etapa, desde la obtención de materias primas hasta la entrega del producto final, se lleve a cabo de manera eficiente y coordinada, según Iván, un especialista en el área. La precisión en la selección y validación de proveedores, así como la anticipación en los procesos, son cruciales para mantener la cadena de suministro en movimiento.
Los productos más utilizados en la industria química son desengrasantes y solventes, imprescindibles para la limpieza de maquinaria, autoelevadores y vías de tren, además de remover grasas pesadas, garantizando así el funcionamiento ininterrumpido de los procesos productivos. Estas sustancias son esenciales en la rutina diaria de las líneas de producción y mantenimiento, en todos los sectores que dependen de maquinaria.
Dado que gran parte de las materias primas son importadas, la confiabilidad de los proveedores se vuelve fundamental. Cualquier cambio en la materia prima puede afectar el producto final, por lo que la validación y certificación de estos proveedores, así como el control riguroso del laboratorio, son prácticas indispensables. La regulación en Argentina para importar, fabricar y vender productos químicos es estricta, exigiendo cumplimiento de normas específicas y certificaciones que aseguren la seguridad en contacto con la piel o en ámbitos domésticos.
La coordinación y la anticipación son clave para manejar la volatilidad del mercado y los plazos de entrega. Un retraso en la llegada de materias primas puede detener toda la producción, generando efectos en cadena. Por ello, se implementan procesos de control, validación de pasos y previsión de posibles demoras para minimizar riesgos.
Las relaciones con los proveedores son estratégicas. Construir confianza y mantener una comunicación efectiva, muchas veces, ayuda a resolver problemas urgentes. Sin un vínculo sólido, es difícil obtener apoyo en momentos críticos. La relación cercana con los socios estratégicos se considera fundamental en la logística, no solo en la industria química.
En Argentina, la logística está en auge, creciendo en importancia y adoptando modelos tanto propios como externalizados. Tener flotas propias permite mayor control, aunque implica costos y responsabilidades. Por otra parte, tercerizar la logística ofrece ventajas como seguimiento en tiempo real y reducción de la carga operativa, permitiendo a las empresas enfocarse en su core business.
Iván destaca que la logística es la 'sangre' de la empresa, conectando cada etapa, desde la materia prima hasta el producto final. Un fallo en esta área puede detener la facturación, generar acumulación de inventarios o retrasos en entregas. Por eso, mantener la logística activa y eficiente es crucial para el funcionamiento y crecimiento empresarial.
El escenario actual muestra una demanda de consumo estable, con precios más equilibrados, lo que obliga a las empresas a ser más competitivas y eficientes. La estabilidad también impulsa una mayor atención en los costos y en entender mejor al consumidor, transformándose en una oportunidad para mejorar procesos.
Por último, la evolución del supply chain continúa mediante automatización, digitalización y el uso de inteligencia artificial. La adopción de nuevas tecnologías, como depósitos robotizados y softwares de seguimiento, impulsa la eficiencia y abre nuevas oportunidades de desarrollo profesional en un sector en constante cambio.