El peso mexicano cerró este viernes con una ganancia semanal de 0.8 por ciento frente al dólar, cotizando en 18.93 pesos por billete verde, según datos del Banco de México (Banxico). Con este cierre, la moneda mexicana acumula un avance de 2.35 por ciento en lo que va de junio, ya que a finales de mayo la cotización era de 19.39 pesos por dólar.
Durante la sesión del viernes, el peso alcanzó niveles máximos de 18.88 pesos y mínimos de 18.96 pesos por dólar, manteniéndose en torno a los 18.90 pesos tras el ataque de misiles de Israel a Irán. La atención del mercado internacional permaneció centrada en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, así como en los datos de inflación en Estados Unidos correspondientes a mayo.
Analistas de Grupo Financiero Monex y CIBanco señalaron que los inversionistas adoptaron una postura de cautela ante las negociaciones bilaterales de aranceles, dado el carácter impredecible de la política comercial estadounidense. Esta incertidumbre generó nerviosismo en los mercados, que permanecieron atentos a cualquier señal que pudiera afectar los precios de los activos.
CIBanco explicó que "la política comercial de Estados Unidos puede modificar el apetito por riesgo en cualquier momento. Cualquier mensaje del presidente o datos relevantes, como la inflación de mayo, influirán en las decisiones de inversión".
Por otro lado, analistas de Banorte advirtieron que la guerra comercial continúa siendo un factor de riesgo. A su juicio, los aranceles impuestos por Estados Unidos en sectores estratégicos como automotriz y agroalimentario podrían afectar la balanza comercial, la inversión y el empleo, tanto a nivel global como en economías emergentes, incluido México.
Iñaki Martínez, director de la plataforma de inversión Wall Street Funded, indicó que "el súper peso aún no ha regresado del todo. Para que haya un repunte sostenido, debe cotizar por debajo de las 18 unidades por dólar de forma continua, respaldado por fundamentos sólidos. Aunque hoy los flujos son favorables, basta un dato negativo o una sorpresa geopolítica para que el capital se repliegue".