El quokka, el marsupial más feliz en peligro de extinción en Australia

Por: Equipo de Redacción | 22/08/2025 18:00

El quokka, el marsupial más feliz en peligro de extinción en Australia

El quokka, un marsupial originario de Australia Occidental, conocido popularmente como el 'animal más feliz del mundo' por su enigmática sonrisa, enfrenta ahora la amenaza de desaparecer debido a diversas amenazas en su hábitat natural. Este pequeño mamífero herbívoro, de aproximadamente 40 centímetros de tamaño y peso de hasta cinco kilos, se alimenta de variadas hierbas y arbustos, y posee un pelaje marrón oscuro.

Residente principalmente en zonas poco pobladas del suroeste australiano, el quokka ha visto incrementado su contacto con humanos debido al turismo impulsado por su popularidad en redes sociales, especialmente por las #quokkaselfies promovidas por celebridades como Chris Hemsworth y Shawn Mendes. Sin embargo, esta interacción ha generado serias preocupaciones.

La introducción de depredadores como zorros y gatos ha puesto en riesgo a los quokkas en su entorno natural. Además, la exposición mediática y el turismo no regulado han provocado que algunos visitantes alimenten a estos animales con productos inadecuados, afectando su salud y provocando estrés extremo por el contacto humano.

El aumento en la presencia humana en su hábitat ha alterado sus conductas naturales y ha contribuido a desequilibrios nutricionales, sobre todo por la ingesta de alimentos procesados y la mayor demanda de agua en un entorno donde este recurso es escaso. Además, los incendios forestales de 2015 en el sur de Australia Occidental, que devastaron 98 mil hectáreas, pusieron en peligro la supervivencia de la especie.

Las autoridades australianas han adoptado medidas para proteger a los quokkas, incluyendo multas por contacto indebido, la prohibición de alimentar a estos marsupiales y campañas de concientización sobre el turismo responsable.

El quokka, que comparte características con canguros y ualabíes, vive en grupos liderados por un macho dominante. Gracias a su notable capacidad de adaptación, no necesita beber agua directamente, ya que obtiene la hidratación de las plantas que consume, y acumula grasa en la cola para épocas de escasez alimenticia.

Su reproducción es especialmente interesante: la hembra puede dar a luz a su primera cría solo 27 días después del apareamiento, y el pequeño, conocido como 'joey', permanece en la bolsa materna hasta seis meses. En caso de que la cría no sobreviva, la madre puede dar a luz a otra en poco tiempo. Además, los quokkas poseen un sistema de diapausa embrionaria, que les permite posponer la gestación hasta que las condiciones sean favorables, estrategia que también ayuda a sobrevivir frente a depredadores.

Aunque esta estrategia pueda parecer dura, permite a las madres proteger a sus crías de amenazas inmediatas y asegura la continuidad de la especie en un entorno cada vez más peligroso. La conservación de los quokkas requiere esfuerzos conjuntos para mantener su hábitat y regular el turismo, en busca de evitar su extinción definitiva en la naturaleza.