Un nuevo incidente en la Fórmula 1 ha puesto en evidencia la importancia del sistema Halo, que se implementó de manera obligatoria en 2018 para proteger la cabeza de los pilotos. Durante la carrera sprint del Gran Premio de Estados Unidos, celebrada en el Circuito de las Américas, Lewis Hamilton estuvo a punto de sufrir un accidente grave cuando una pieza de fibra de carbono voló hacia su monoplaza tras un incidente múltiple en la primera curva.
La secuencia se inició con un toque entre Oscar Piastri y Nico Hülkenberg en la entrada de la curva uno. La colisión también involucró a Fernando Alonso y Lando Norris, provocando que partes de los autos se desprendieran y salieran disparadas en distintas direcciones. Una de esas piezas, de fibra de carbono, se dirigió directamente hacia el casco de Hamilton, que avanzaba por la pista en los primeros metros de la prueba.
El objeto impactó en el Halo del monoplaza de Hamilton, evitando consecuencias mayores. Las imágenes a bordo captaron el momento exacto en que el fragmento rozó la estructura protectora, demostrando cómo el sistema actuó como una barrera fundamental.
"Logré evitar un impacto grave en la curva 1, por poco. No posicioné mi coche de forma óptima. Vi a Alonso por dentro, así que me fui un poco a la derecha, dejando espacio para Charles. Aún hay mucho por mejorar. Sin embargo, el comienzo fue bueno", declaró Hamilton a Sky F1 tras completar la carrera sprint.
El Halo, fabricado en titanio, continúa sumando episodios en los que su diseño ha resultado decisivo. La FIA impulsó su uso tras diversos accidentes mortales en distintas categorías del automovilismo internacional, a fin de reducir riesgos y salvar vidas.
Este no fue el primer episodio en el que el sistema salvó a Hamilton. En 2021, durante el Gran Premio de Italia, el Halo evitó un incidente grave cuando el Red Bull de Max Verstappen terminó sobre el Mercedes de Hamilton tras una maniobra arriesgada en la primera curva. En aquella ocasión, la rueda trasera del coche de Verstappen golpeó el casco del siete veces campeón del mundo.
"Sinceramente, me siento muy afortunado hoy. Gracias a Dios por el Halo, que al final, creo, me salvó la vida y el cuello... Nunca antes había sido golpeado en la cabeza por un coche, fue un shock para mí", afirmó Hamilton en esa ocasión en Monza.
Tras las muertes de Henry Surtees en Fórmula 2 en 2009, Justin Wilson en IndyCar en 2015 y Jules Bianchi en Suzuka en 2014, la FIA aceleró los estudios para desarrollar dispositivos de protección que evitaran impactos directos en la cabeza de los pilotos. La solución final fue el Halo, una barra curva reforzada que puede desviar objetos de distintos tamaños y masas.
El incidente en Austin también tuvo repercusiones deportivas: los equipos McLaren y Aston Martin quedaron fuera de competencia en la carrera sprint debido a los daños en sus autos. En contraste, Hamilton logró esquivar el resto del accidente y aseguró el quinto lugar en la parrilla para la carrera principal.
"Para nosotros, ser tercero y quinto en esta etapa representa un paso adelante. Es lo más cercano a un podio en mucho tiempo. Me ha costado mucho, y no es por falta de esfuerzo. Daré todo para intentar ganar mañana", afirmó el piloto británico al concluir la jornada.