Decentraland es una plataforma de realidad virtual en tres dimensiones respaldada por la tecnología blockchain de Ethereum, donde la criptomoneda principal, conocida como MANA, es necesaria para realizar compras y transacciones. En este metaverso, los usuarios pueden crear, experimentar y monetizar contenido y aplicaciones, además de adquirir terrenos virtuales para construir y, eventualmente, obtener ingresos con sus proyectos.
A diferencia de otras plataformas, en Decentraland los usuarios son los verdaderos dueños de sus recursos, en lugar de ser controlados por corporaciones. La valoración de la criptomoneda MANA es clave para entender su impacto en el mercado. Este 20 de octubre, a las 10:00 horas (UTC), el valor de MANA es de 0.23 dólares por unidad, reflejando un incremento del 3.75% en las últimas 24 horas y una variación del 0.1% en la última hora.
Actualmente, Decentraland ocupa el puesto número 119 en popularidad dentro del mercado de monedas digitales. Su máximo histórico alcanzó los 5.90 dólares por unidad.
Las criptomonedas, medios digitales de intercambio que utilizan cifrado criptográfico para garantizar la seguridad y la integridad de las transacciones, no tienen forma física. La primera de ellas fue Bitcoin, seguida por otras como Litecoin, Ethereum, IOTA, Tether, Ripple y Dogecoin, entre muchas otras.
Cada criptomoneda posee características únicas: no están controladas por instituciones centrales, no requieren intermediarios para transacciones y utilizan blockchain para evitar fraudes o creación ilegal de nuevas unidades. Sin embargo, la ausencia de reguladores oficiales genera percepciones de volatilidad, riesgos de fraudes y la posibilidad de respaldar actividades ilegales.
La seguridad en las redes blockchain es robusta; romperla requiere una potencia computacional superior a la que posee incluso Google, lo que disuade ataques. Para adquirir y comerciar estas monedas, los usuarios utilizan plataformas especializadas. Sus precios fluctúan en función de la oferta, demanda y participación de los mineros, por lo que pueden experimentar cambios rápidos.
Invertir en criptomonedas conlleva un alto riesgo de volatilidad, pudiendo significar tanto ganancias sustanciales como pérdidas inesperadas. Para almacenarlas, se utilizan monederos digitales o wallets, que son softwares que guardan las claves privadas necesarias para gestionar las unidades y realizar transacciones. La protección de estos códigos es crucial, ya que representan la propiedad de las monedas digitales.