Los científicos de Ispace perdieron contacto con la sonda Resilience, que debía aterrizar en la luna a las 19:17 horas del jueves, según transmitieron en vivo desde Tokio. Aunque no confirmaron el alunizaje, el centro de control continuó intentando restablecer la comunicación, mientras los científicos observaban tensos las pantallas. Se ofrecerán más detalles en una rueda de prensa y se destacó el mensaje: “Nunca abandonen la búsqueda lunar”. La misión llevaba cargas útiles como un microrróver de Luxemburgo, un electrolizador de agua, un experimento de producción de alimentos y una sonda de radiación espacial profunda. Además, transportaba una “Moonhouse,” una casa modelo del artista Mikael Genberg. Tras un intento fallido hace dos años, si esta misión hubiera tenido éxito habría sido la primera de una compañía no estadounidense en lograrlo. La complejidad de las maniobras radica en la falta de atmósfera, lo que dificulta el descenso y requiere propulsores con precisión.