Autoridades federales descubrieron un narcotúnel de 600 metros de longitud y 13.5 metros de profundidad que conectaba México con Estados Unidos en Baja California. El secretario de Seguridad Federal, Omar García Harfuch, confirmó que dicho túnel era utilizado para el traslado de drogas entre Tijuana y San Diego, California. La detección del túnel se logró tras una orden de cateo en un predio del fraccionamiento Nueva Tijuana, donde se llevaron a cabo vigilancias fijas, móviles y aéreas por parte del Gabinete de Seguridad Federal. El hallazgo quedó bajo resguardo de las autoridades ministeriales para las investigaciones correspondientes.