El gobierno de Perú, mediante el decreto del estado de emergencia en Lima Metropolitana y Callao, mantiene abiertas las posibilidades de implementar un toque de queda, aunque por el momento no ha sido aplicado. El presidente del Consejo de Ministros, Ernesto Álvarez, aclaró que esta medida 'no ha sido descartada por completo'.
En una entrevista con TV Perú, Álvarez explicó que el Ejecutivo es consciente de que un toque de queda afectaría significativamente sectores como el comercio, el turismo, centros de espectáculos nocturnos y servicios relacionados en esas regiones. Por ello, aclaró que, en caso de aplicarse, sería bajo criterios técnicos y con un enfoque proporcional y racional.
'Toda medida restrictiva de libertad debe ser justificada por un sustento real y un análisis equilibrado de derechos', afirmó, sosteniendo que por ahora el toque de queda se mantiene en observación para evitar perjuicios económicos adicionales.
El jefe del Gabinete también reconoció que, en el contexto de un gobierno de transición, no será posible realizar cambios profundos en la reducción de la criminalidad en corto plazo. Sin embargo, expresó su confianza en que se logrará un impacto positivo, como disminuir la actividad delictiva y afectar a las organizaciones criminales violentas para dejar una sensación de mejora en la ciudadanía para junio.
El estado de emergencia permite al Gobierno tomar medidas de control más estrictas sin que ello implique la prohibición absoluta de actividades, aunque sí restringe ciertos derechos. La Policía, en coordinación con las Fuerzas Armadas, puede realizar patrullajes conjuntos y operaciones de control en calles, estaciones y lugares considerados peligrosos, así como intervenir vehículos y solicitar documentación.
Entre las medidas específicas, se incluye la prohibición de que dos adultos viajen juntos en un mismo vehículo línea, controles a extranjeros en situación irregular y operativos para desmantelar mercados ilegales. En las penitenciarías, se ha limitado la frecuencia de visitas y se han tomado medidas de seguridad como apagar luces en celdas y desmontar antenas usadas para comunicaciones ilegales.