España y Portugal enfrentan una jornada histórica de lucha contra incendios este viernes, con condiciones meteorológicas extremas que han convertido esta crisis en una de las más severas en años. El siniestro ha dejado al menos cuatro víctimas mortales (tres en España y una en Portugal), miles de evacuados y más de 100 mil hectáreas arrasadas.
Ambos países han solicitado ayuda a la Unión Europea debido a la magnitud del desastre, que aún mantiene decenas de frentes activos, especialmente en Castilla y León, Galicia, Extremadura, Asturias y Valencia. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) advierte del peligro extremo de incendios, con temperaturas que alcanzan los 43 grados Celsius.
El gobierno español, encabezado por Pedro Sánchez, ha declarado que todos los recursos están siendo desplegados en la lucha contra los incendios, en medio de un día marcado por el riesgo de nuevos focos. Se han cerrado siete carreteras para prevenir riesgos, coincidiendo con el puente festivo y la fuerte movilización de vehículos en la operación salida y regreso.
Galicia es la región más afectada, con frentes activos en Orense y La Coruña. El incendio en A Mequita se extendió a Zamora, en Castilla y León, provocando la evacuación de aproximadamente 1,700 personas. En Castilla y León, aunque la situación ha mejorado, permanecen activos cinco focos, con más de 2,500 evacuados, tras semanas de devastación en áreas como Las Médulas, patrimonio de la Humanidad.
Otros focos continúan en Extremadura, Asturias y uno en Valencia, ahora bajo control. Hasta la fecha, los incendios han consumido 148,205 hectáreas en lo que va del año, con 84,703 hectáreas en la semana del 6 al 12 de agosto, según datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS).
En Portugal, miles de bomberos combaten las llamas en varias zonas, pero las llamas cobraron su primera víctima fatal en Guarda, en el este del país. El presidente Marcelo Rebelo de Sousa expresó condolencias por el fallecimiento del ex alcalde Carlos Dâmaso y anunció que interrumpía sus vacaciones para seguir la crisis de cerca.
El esfuerzo de extinción en ambos países es coordinado con apoyo internacional, incluyendo la llegada de dos aviones Canadair desde Francia. La Unidad Militar de Emergencias (UME) en España desplegó a 1,300 militares en tareas de extinción y logística. La Guardia Civil investiga a más de 38 personas por su presunta implicación en los siniestros.
Hasta el momento, la semana ha dejado tres víctimas mortales en total, con alrededor de diez heridos en estado grave o crítico. Como medida de prevención, las autoridades aseguran que quienes prenden fuego de manera intencional enfrentan penas severas y que las investigaciones continuarán hasta identificar y judicializar a los responsables. Pedro Blanco, representante del Gobierno en Galicia, enfatizó que no se tolerarán acciones criminales que agraven la situación.