El Estado de México ocupó la posición 23 en el Índice de Competitividad Estatal 2025, elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), con una calificación considerada como ‘media baja’. En 2021, se ubicaba en la posición 21, lo que evidencia una pérdida de dos lugares en el ranking.
En comparación, fue superado por estados como la Ciudad de México, Baja California Sur y Nuevo León, que lideran con niveles de competitividad ‘muy altos’. Durante la presentación del informe, Valeria Moy, directora general del IMCO, y Óscar Ocampo, director de Desarrollo Económico, resaltaron que la zona conformada por la Ciudad de México, Estado de México e Hidalgo destaca por su diversidad económica, complejidad productiva y capacidad logística.
No obstante, identificaron desafíos estructurales como la percepción elevada de corrupción y condiciones laborales desfavorables, aspectos que limitan el aprovechamiento de sus ventajas competitivas. La Franja fronteriza, integrada por Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas, sobresale en participación en exportaciones y complejidad económica, aunque enfrenta problemas como alta incidencia delictiva y brechas de informalidad de género.
El IMCO propuso diversas medidas para fortalecer la competitividad regional. En el caso del Estado de México, se destacó su infraestructura para carga aérea como una ventaja estratégica y se recomendó convertir a la entidad en un centro logístico clave en el centro del país.
Para elevar la competitividad a nivel nacional, consideraron prioritario reforzar la seguridad, el Estado de derecho y la certidumbre jurídica, con el fin de atraer inversión, reducir trámites y facilitar la operación de empresas.