El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la implementación de aranceles que entrarán en vigor el próximo 14 de octubre, afectando principalmente la importación de madera y muebles para el hogar. En una proclamación presidencial, la Casa Blanca estableció un arancel del 10 por ciento sobre las importaciones de madera blanda y una tarifa aduanera del 25 por ciento en muebles tapizados, la cual se incrementará al 30 por ciento a partir del 1 de enero.
Estos gravámenes también incluyen un arancel del 25 por ciento a los muebles de cocina y tocadores, que subirán a 50 por ciento en enero, impactando significativamente los materiales utilizados en renovaciones del hogar. Países con mejores condiciones arancelarias, como el Reino Unido, la Unión Europea y Japón, podrían recibir un trato favorable debido a sus acuerdos comerciales con Estados Unidos.
Las medidas han sido objeto de controversia y han generado cuestionamientos legales, tanto a nivel nacional como internacional, incluyendo críticas de propietarios de pequeñas empresas y miembros del Congreso estadounidense. La Corte Suprema de Estados Unidos abordará la legalidad de estos aranceles el 5 de noviembre.
Según una hoja informativa de la Casa Blanca, los aranceles buscan proteger la seguridad nacional, ya que la madera desempeña un papel clave en la construcción civil y la infraestructura militar. Además, consideran que las cadenas de suministro extranjeras y grandes exportadores que satisfacen la demanda estadounidense crean vulnerabilidades en caso de interrupciones, y sugieren que los socios comerciales podrían buscar alternativas ante los aumentos arancelarios.