La pobreza en el Estado de México es un tema complejo debido a la diversidad y tamaño de su población, siendo uno de los estados más poblados del país. Sin embargo, existen municipios y zonas donde la atención debe ser prioritaria, como el caso de Almoloya de Juárez.
Situado en el centro del estado, Almoloya se caracteriza por su entorno geográfico variado, que incluye valles, montañas y cuerpos de agua menores. La economía local se basa principalmente en actividades agrícolas y ganaderas, con una presencia menor de la industria.
Uno de los aspectos más relevantes de Almoloya es que alberga el Centro Penitenciario y de Reinserción Social conocido como “El Altiplano”, antes llamado La Palma. Este penal, considerado uno de los de mayor seguridad en México, ha sido escenario de eventos relacionados con la seguridad nacional y el sistema penitenciario. Allí estuvieron internos figuras como Héctor Ruíz Palma Salazar, apodado ‘El Güero Palma’, Rafael Caro Quintero y Joaquín Guzmán Loera (El Chapo), quien se fugó en 2015. Muchos de estos internos están vinculados con el crimen organizado y el tráfico de drogas entre México y Estados Unidos.
La población de Almoloya de Juárez, con aproximadamente 195,321 habitantes según el censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de 2020, se dedica principalmente a actividades primarias. La agricultura y la ganadería representan componentes esenciales de su economía, complementada por industrias y comercios.
Culturalmente, el municipio mantiene tradiciones y festividades religiosas y comunitarias que reflejan la riqueza cultural del Estado de México. Sin embargo, el rezago económico es una problemática importante, ya que el 65.3 por ciento de sus habitantes vive en condiciones de pobreza. De acuerdo con el censo de 2020, 127,114 personas en Almoloya se consideran en situación de pobreza, mientras que 36,332 enfrentan pobreza extrema.
El informe también señala que, aunque la Secretaría del Bienestar indica que el grado de marginación en el municipio es bajo y que 15 localidades presentan alto o muy alto rezago social, existen desafíos en vivienda y servicios básicos. De las viviendas, dos mil 47 tienen pisos de tierra, 245 tienen techos con materiales precarios y al menos 2,009 hogares enfrentan hacinamiento, con varias familias viviendo en un mismo espacio.
El acceso a servicios públicos es limitado para muchas viviendas: 18,554 hogares no tienen acceso a agua potable, 8,634 carecen de un drenaje adecuado, y cinco mil 701 aún utilizan leña para cocinar. Además, 515 viviendas no cuentan con electricidad. Estos indicadores permiten identificar las colonias y zonas con mayor pobreza y rezago, donde la inseguridad también presenta una problemática relacionada.
El análisis basado en estos datos revela las áreas donde la pobreza y la inseguridad se manifiestan con mayor intensidad, demandando atención y acciones específicas para mejorar las condiciones de vida en el municipio.