El inicio del ciclo escolar en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) se convirtió en una fuente de incertidumbre y frustración para los estudiantes de nuevo ingreso en los planteles ubicados dentro de Ciudad Universitaria, en Toluca, que llevan más de tres meses sin clases debido a un paro estudiantil. Desde temprano, jóvenes que llegaron con ganas de comenzar su formación se encontraron con puertas cerradas, mantas que explicaban las causas del paro y paredes pintadas de rojo y negro, en un ambiente de tensión y desconcierto.
Uno de los afectados es Omar Ulises, originario de Timilpan, quien viajó desde su municipio con la esperanza de integrar su plan de estudios, pero se topó con la suspensión y la incertidumbre de cuánto durará. Sin voz en las asambleas que motivaron la huelga hace 13 semanas, Omar siente que su expectativa de empezar en la universidad quedó en pausa, afectando sus planes y su economía, pues ya renta un cuarto en Toluca.
Otros estudiantes, como Marvin, que llegó desde Acambay, también permanecen a la espera de una solución. Aunque recibieron un aviso de que el paro continuará hasta al menos el 18 de agosto, aún desconocen si podrán asistir a clases de forma presencial o en línea, generando ansiedad y preocupación por su rendimiento académico. Algunos ya consideran trasladarse a otras instituciones para no perder tiempo en su formación profesional.
Padres y madres también acompañaron a sus hijos en el primer día de clases, mostrando su molestia por la falta de comunicación clara respecto a la situación. Muchos se enteraron del paro al llegar o confiaban en que se resolvería rápido, pero la incertidumbre persiste.
Actualmente, 17 espacios académicos permanecen en paro desde finales de abril y principios de mayo, resultado de un proceso de votación en distintas facultades. La movilización surgió como una exigencia de cambios en el proceso electoral universitario, específicamente para ampliar la participación en la elección de la rectoría mediante voto universal. Sin embargo, esta protesta ha llevado a una suspensión escalonada de actividades.
Mientras la rectora Patricia Zarza Delgado mantiene diálogos con las asambleas y el Enjambre Estudiantil Universitario (EEU) para reactivar la universidad, los estudiantes de nuevo ingreso temen que este conflicto afecte gravemente su futuro académico. En contraste, preparatorias y otras Unidades Académicas Profesionales que no participan en el paro o que ya lograron acuerdos, han iniciado su semestre sin contratiempos, generando aún más preocupación entre los estudiantes atrasados, quienes sienten que comienzan el ciclo con retraso y riesgos de perder semanas en su aprendizaje.