Estudiantes de la Escuela Preparatoria Oficial 345 Vladimir Ilich, afiliada a la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (UPREZ), marcharon en Toluca este 2 de octubre para conmemorar los 56 años de la masacre de Tlatelolco y honrar a los estudiantes que perdieron la vida en 1968.
La marcha también sirvió como plataforma para exigir mejoras en las condiciones educativas en el Estado de México. La movilización inició en la Terminal de Autobuses de Toluca y avanzó hacia el Palacio de Gobierno, donde los manifestantes portaron pancartas, banderas rojinegras y lanzaron consignas en memoria de las víctimas de Tlatelolco y en solidaridad con los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa en 2014.
Durante el recorrido, los estudiantes señalaron que muchas instituciones de educación media superior en la región enfrentan graves carencias, como falta de registro oficial, mobiliario insuficiente, instalaciones precarias y docentes sin plazas oficiales. Subrayaron que estas condiciones vulneran el derecho a la educación y evidencian la brecha entre las promesas gubernamentales y la realidad de miles de estudiantes mexiquenses.
Néstor Vicente Ramírez Alemán, uno de los participantes, afirmó que el movimiento no solo busca recordar los hechos de 1968, sino también denunciar la represión y el silencio que persiste en torno a la situación estudiantil. ‘El 2 de octubre es un día de memoria, pero también de lucha. Gritamos por los compañeros de Ayotzinapa, que siguen sin ser localizados. Si ellos callan, nosotros gritaremos. La verdad debe salir a la luz’, expresó.
Ramírez Alemán puntualizó que, pese a los compromisos de diferentes gobiernos, no se ha logrado esclarecer el destino de los normalistas desaparecidos ni poner fin a la impunidad en ambos casos. ‘Seguimos exigiendo que nuestros compañeros sean encontrados. Ellos no deben ser olvidados, y mientras los silencien, nosotras y nosotros alzaremos la voz’, añadió.
Asimismo, destacó que la comunidad de la EPO 346, ubicada en Toluca, ha mantenido sus actividades gracias al esfuerzo conjunto de padres de familia y alumnos, ya que las autoridades estatales aún no cumplen con proporcionar un espacio digno y con reconocimiento oficial.
‘Esperamos que la gobernadora recuerde sus promesas: reconocernos como grupo, y brindar un espacio digno para los estudiantes. Hasta ahora, el edificio ha sido construido con el esfuerzo de padres y jóvenes’, afirmó.
Para cerrar, los jóvenes recordaron que ‘el 2 de octubre no se olvida’ y que, además de rendir homenaje, su movimiento busca mantener vivo el legado de la memoria histórica y visibilizar las condiciones deficientes en que operan muchas instituciones educativas en el Estado de México.