El Tribunal Oral Federal N°2 de Rosario condenó a Hernán Diego García a 8 años de prisión por tráfico de estupefacientes y cohecho activo. La sentencia también contempla la inhabilitación absoluta por igual período.
El caso se desencadenó el 14 de mayo de 2023, cuando un control en el peaje de General Lagos, en dirección a Rosario, detuvo el vehículo Chevrolet Meriva conducido por García, quien iba acompañado por Alan Gabriel Vignolles. Durante la inspección, los agentes hallaron 92 pastillas de éxtasis de color bicolor con el logo “Sprite”, escondidas bajo el asiento del conductor, además de aproximadamente 3 gramos de marihuana, 3 mil dólares y más de 40 mil pesos.
García intentó sobornar a los gendarmes ofreciéndoles una suma en dólares para evitar procedimientos, mientras que Vignolles, quien se presentó como secretario administrativo de la Cámara de Diputados de Misiones, intentó hacer lo propio. García mostró una credencial que lo identificaba como asesor de la Presidencia del Senado, aunque la Fiscalía confirmó que esa credencial no había sido emitida a su nombre. Además, la Cámara de Diputados informó que García había sido cesado en julio de 2024 tras una anterior condena de cuatro años y dos meses por tenencia y comercialización de drogas, circulación de moneda falsa y tenencia ilegal de armas.
La investigación basó sus hallazgos en actas, fotografías, declaraciones de testigos, peritajes químicos y análisis de celulares. Las pruebas evidenciaron que las pastillas contenían MDA, una sustancia similar al éxtasis pero más potente, y que García tenía conocimiento de la droga que transportaba.
Durante el juicio, iniciado en septiembre, se presentaron testimonios y peritajes que confirmaron la composición de las pastillas y la información extraída del celular de García. La fiscal, Magdalena Borgonovo, solicitó la condena a 8 años, argumento respaldado por el tribunal, que consideró acreditado tanto el traslado de las sustancias ilícitas como el conocimiento del imputado.
García negó en su declaración inicial conocer la droga, atribuyendo su posesión a Vignolles, y afirmó que su relación con él era meramente por consumo personal. Sin embargo, en la audiencia final, admitió tener problemas de adicción y que su detención lo motivó a buscar tratamiento.
El tribunal resaltó que la evidencia demuestra que García no desconocía la sustancia, y que su reacción inmediata de ofrecer dinero, junto con las comunicaciones secuestradas, respaldan su responsabilidad en el delito. Vignolles permanece prófugo, con una orden de captura internacional desde agosto de 2024, tras ser declarado rebelde por las autoridades.