
El psicólogo español Rafael Rodríguez, especializado en salud mental y popular en TikTok como @nosolopastillas, desafía las ideas tradicionales sobre las altas capacidades intelectuales. En un video reciente, el experto afirmó que estas capacidades 'no siempre son lo que parecen', planteando dudas sobre cómo la sociedad y los sistemas diagnósticos interpretan este fenómeno.
Rodríguez advierte que muchas etiquetas de 'superdotado' encubren perfiles neurodivergentes asociados al Trastorno del Espectro Autista (TEA) y al Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Estos casos, gracias a un coeficiente intelectual elevado, logran 'camuflar sus dificultades', lo que puede conducir a interpretaciones equivocadas. 'El resultado: se interpreta como una inteligencia excepcional, cuando en realidad es otro estilo de funcionamiento cerebral', explicó.
Además, el experto señala un 'coste oculto' en esta situación. Más allá del rendimiento académico o laboral, menciona problemas como ansiedad, fatiga social y burnout. Para Rodríguez, limitarse a evaluar solo el impacto funcional impide comprender el perfil completo de quienes presentan estas características.
El psicólogo propone siete puntos clave para entender lo que llama 'el disfraz de las altas capacidades'. Primero, aclara que no se trata de un diagnóstico clínico, sino de una diferencia estadística basada en un cociente intelectual superior a 130. También enfatiza que tener un CI alto no determina felicidad, creatividad ni adaptación social, sino que es simplemente una 'etiqueta psicométrica'.
Dentro de este grupo, Rodríguez describe intereses intensos, hiperfoco, perfeccionismo, soledad y rigidez, elementos que, irónicamente, recuerdan mucho al TEA y TDAH. Respecto a los sistemas de salud mental, explica que, si no hay impacto funcional o deterioro evidente, estos no serán diagnosticados formalmente, dificultando reconocer algunos perfiles.
El experto explica que el alto cociente intelectual puede servir como mecanismo de camuflaje, permitiendo a las personas aprender reglas sociales y compensar sus diferencias en ámbitos compatibles, pero con un alto costo emocional, reflejado en adultos mediante ansiedad y agotamiento.
Por último, Rodríguez señala que las altas capacidades no siempre corresponden a talentos genuinos, sino que pueden ser características de neurodivergencias compensadas. Esto explicaría por qué quienes poseen estas capacidades suelen experimentar más problemas sociales y emocionales. Para cerrar, invita a reflexionar: '¿Son las altas capacidades un constructo o un fenómeno independiente? Muchas veces, lo que llamamos altas capacidades son disfraces de TEA o TDAH con un CI alto. ¿Pensabas que solo era inteligencia?'