
Aunque no cuenta con las imágenes impactantes de la expedición a los cañones de Mar del Plata realizada entre julio y agosto pasados, la nueva campaña del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) representa un avance significativo en el estudio de los sistemas submarinos frente a la costa argentina. Desde el miércoles 15 de octubre, científicos trabajan en zonas menos profundas y más alejadas, con aguas menos transparentes y corrientes más intensas, para analizar la topografía, la dinámica de las corrientes y su impacto en la biodiversidad en los cañones de Bahía Blanca y Almirante Brown, que se extienden en la plataforma continental.
La investigadora italiana y argentina Graziella Bozzano, integrante del Servicio de Hidrografía Naval (SHN) y del Conicet, explica que el objetivo central es comprender cómo la forma del fondo marino modifica las corrientes y cómo esto influye en la productividad del ecosistema marino, que es altamente valioso, como lo evidencian la gran cantidad de pescadores en la zona. La campaña, que se extenderá hasta el 29 de octubre, integra a un equipo multidisciplinario de científicos argentinos, españoles y franceses, que utilizan tecnología avanzada, incluyendo el robot submarino (ROV) SuBastian, para recolectar sedimentos y estudiar las variables físicas del fondo.
A diferencia de las expediciones anteriores en la zona, que alcanzaron profundidades de hasta 3,900 metros en el cañón de Mar del Plata, esta investigación se enfoca en profundidades entre 100 y 1,000 metros en el talud continental, donde la mayoría de los cañones se ubican. Desde el área frente a Bahía Blanca en el norte, se emplearán 46 boyas flotantes con GPS para seguir la dirección de las corrientes y colectar datos sobre su comportamiento, además de colocar estaciones fijas en el fondo marino para registrar temperatura, salinidad, oxígeno y velocidad de las corrientes. También se desplegará un vehículo autónomo submarino (glider) para el monitoreo en ruta.
En la región sur, cerca de los cañones frente a Rawson, se usarán sondas para mapeo batimétrico y análisis geológico, así como magnetómetros y equipos CTD para obtener muestras de agua y estudiar las estructuras del subfondo.
La innovación de esta campaña radica en la primera exploración detallada de estas áreas y en la integración de diferentes disciplinas para entender las relaciones entre morfología, corrientes y biodiversidad en un sistema complejo. Se trata de un estudio pionero por su tecnología, uso del ROV SuBastian y por recorrer y analizar en profundidad los relieves submarinos con técnicas modernas.
Durante la campaña, las jornadas en el barco Falkor del Schmidt Ocean Institute se organizan en turnos, permitiendo que los científicos, incluyendo a Bozzano, mantengan vigilancia constante en las inmersiones y recolecten las muestras necesarias. La experiencia ha demostrado que la difusión en vivo de las operaciones genera gran interés y acercamiento público a la ciencia. Las transmisiones anteriores sumaron millones de visualizaciones, confirmando que la comunicación efectiva resulta clave para despertar el interés y apoyar la investigación científica.
Bozzano expresa su entusiasmo por este proyecto, que además de ser un reto técnico y logístico, representa una oportunidad para ampliar el conocimiento sobre un sistema marino aún poco explorado, con un equipo altamente profesional y con experiencia previa en expediciones similares. La campaña busca no solo recabar datos científicos, sino también promover la conciencia pública y el valor de la investigación oceánica en Argentina.