El policía municipal de Toluca, Eduardo N., quien conducía la patrulla involucrada en el accidente donde murió Luisa Fernanda Manjarrez Vilchis, de 20 años, fue puesto en libertad tras pagar una fianza de 150 mil pesos. La madre de la víctima, Verónica Manjarrez, denuncia que el oficial no solo incurrió en homicidio culposo, sino en otros delitos, y promete luchar para que enfrente la justicia.
En una conferencia de prensa, Verónica afirmó que no ha recibido apoyo del Ayuntamiento y que las omisiones del día del accidente aún no han sido investigadas. El incidente ocurrió el 30 de octubre cuando Lili, como le decían a Luisa, viajaba en motocicleta con su amiga Lucero, con destino a comprar un disfraz para Halloween. La patrulla del Grupo de Operaciones Especiales, que circulaba presuntamente a exceso de velocidad y con las torretas apagadas, embistió a las jóvenes en avenida Solidaridad Las Torres, frente a la estación del Tren Interurbano México–Toluca. Lili murió en el lugar y otras cuatro personas resultaron heridas.
La madre explica que Eduardo N. pagó la fianza y quedó en libertad, pues el caso fue catalogado como homicidio culposo, permitiendo que enfrentara el proceso en libertad. Además, desmintió que el Ayuntamiento le hubiera brindado apoyo, contrario a las declaraciones públicas del alcalde Ricardo Moreno, quien afirmó que la familia contaba con respaldo institucional.
Verónica reveló que fue hasta que la Fiscalía Regional la citó a una reunión que el seguro del Ayuntamiento se presentó, antes de esa reunión nadie se acercó a ella ni a Lucero, que sigue lesionada y ha tenido que pagar sus propios medicamentos y atención médica.
La madre también denuncia que su hija fue presionada para firmar un perdón a cambio de ser trasladada a un hospital particular, situación que rechazó. Comentó que el seguro solo acudió cuando supieron que se reunirían con el fiscal, pero antes, nadie se mostró con ella o Lucero.
Asimismo, señala que los policías municipales no resguardaron la escena ni aplicaron protocolos adecuados. Testigos le informaron que la patrulla sacó objetos del interior y que impidieron grabar con teléfonos los hechos. También denunció que un bombero que intentó auxiliar a su hija fue despedido tras declarar sobre su presencia en el sitio.
Luisa estudió cuarto semestre de Psicología y era una joven entusiasta y dedicada. Verónica, quien además es jefa del área de Equinoterapia de la Policía Montada en el Estado de México, expresó su tristeza e ironía de que un policía le haya arrebatado la vida a su propia hija, evidenciando la necesidad de cambio en la percepción de la policía.
La madre anunció que no firmará ningún perdón ni aceptará indemnización alguna, y continuará con el proceso legal, aportando nuevas pruebas y testimonios. A una semana del accidente, la familia insiste en que se trata de una cadena de omisiones y encubrimientos que deben investigarse. Aunque el oficial fue puesto en libertad, la lucha por justicia apenas inicia, y en próximos días organizarán una manifestación para visibilizar el caso y exigir responsabilidades.
