El 22 de octubre, la Cátedra Vargas Llosa celebró en Cáceres, España, la VI Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, un evento literario en honor al reconocido Premio Nobel peruano. Sin embargo, la jornada estuvo marcada por una tensión familiar significativa, pues ese mismo día Isabel Preysler presentaba sus memorias, un libro que incluye ocho cartas confidenciales escritas por Vargas Llosa durante su relación con ella.
Mientras algunos miembros de la familia del escritor participaron en la ceremonia oficial, el programa español ‘El tiempo justo’ logró comunicarse con una fuente cercana a Álvaro Vargas Llosa, hijo mayor del Nobel, quien lo acompaña desde la víspera. La fuente indicó que la publicación de las memorias de Preysler ha causado un profundo malestar en el entorno familiar, especialmente por la difusión de correspondencia privada.
Según esta fuente, Álvaro Vargas Llosa se encontraría «muy molesto» con la situación, ya que considera que el lanzamiento del libro ha empañado el homenaje dedicado a su padre. “Me cuentan que Álvaro está muy enfadado porque siente que este acto ha quedado opacado por las revelaciones del libro”, explicó el periodista.
Lo que habría irritado aún más a la familia no sería solo el momento de publicación, sino también el contenido del libro. La publicación de esas cartas privadas habría sido interpretada como un acto de indiscreción y falta de respeto a la privacidad del autor de 'La ciudad y los perros'.
La fuente agregó que tanto Álvaro como otros familiares evalúan emprender acciones legales contra Isabel Preysler por el uso y difusión de material que consideran de carácter personal y confidencial del Nobel peruano. “Me aseguran que están considerando demandarla desde ya mismo”, afirmó el periodista.
El malestar no se limita a una simple molestia emocional. Álvaro Vargas Llosa habría considerado que la publicación de esas cartas representa “un auténtico desprestigio para su padre”, no solo por el contenido íntimo —que Vargas Llosa habría preferido mantener en privado— sino también porque podría afectar su imagen pública, la cual siempre fue de extrema reserva.
Preysler, en su libro de memorias, buscaba ofrecer su versión sobre la relación que mantuvo con Vargas Llosa entre 2015 y 2022, además de desmentir rumores difundidos por su entorno. La socialité afirmó que el escritor la amaba profundamente, y que las cartas serían prueba de un amor intenso que, con el tiempo, se vio afectado por los celos y la incompatibilidad de caracteres.
Para la familia del Nobel, publicar esas cartas no sería un acto conmemorativo, sino una exposición innecesaria de su intimidad. Según allegados, Vargas Llosa habría preferido mantener esos recuerdos en un ámbito privado.
Hasta el momento, ni Álvaro Vargas Llosa ni otros familiares han emitido declaraciones públicas sobre el asunto. Tampoco Isabel Preysler se ha pronunciado ante las críticas. La posible demanda continúa siendo evaluada mientras en España se intensifica el debate sobre la ética de divulgar correspondencia personal de una figura literaria del renombre de Vargas Llosa.
Por ahora, la familia analiza con cautela sus próximos pasos, intentando equilibrar el respeto por la figura del Nobel con el derecho a la privacidad, en medio de un debate mediático que pone en duda los límites entre amor, fama y exposición pública.