Familiares de Cinthia se manifestaron este lunes en Toluca para exigir su pronta liberación, tras ser condenada a 110 años de prisión por un secuestro que, según aseguran, no cometió. Denunciaron que la sentencia se emitió sin presentar pruebas, testigos ni evidencia material concreta, en un proceso que calificaron como irregular desde su detención hasta la condena.
La protesta inició en la Plaza González Arratia y avanzó hacia el Poder Judicial del Estado de México, aunque debido a la lluvia fue reubicada en Los Portales de la ciudad. Acompañados por el colectivo Mujeres Construyendo, los manifestantes solicitaron que el caso sea revisado a nivel federal mediante un amparo promovido por la defensa.
Cinthia fue detenida en diciembre de 2016, acusada de participar en el secuestro de un joven empresario desaparecido tras salir de su negocio en el centro de Toluca. Semanas después, el cuerpo de la víctima fue hallado en Zumpahuacán. La Fiscalía del Estado de México afirmó que ella habría colaborado en la privación de la libertad y en la solicitud del rescate.
Juan Carlos, pareja de Cinthia, aseguró que no existen elementos sólidos que respalden la acusación: ‘Fue sentenciada porque fue la última persona vista con él, pero no hay testigos, peritajes, grabaciones o pruebas directas. Solo una prueba circunstancial’, manifestó.
Asimismo, destacó que la Fiscalía basó su versión en que Cinthia abordó un taxi colectivo con la víctima y que, en un momento, otras dos personas se subieron. Sin embargo, solicitó las grabaciones del recorrido, las cuales nunca fueron entregadas. ‘Nos dijeron que los registros de C2, C4 y C5 no existen; aun así, los jueces aceptaron esa narrativa’, añadió.
Leticia Fernández González, abogada del colectivo Mujeres Construyendo, informó que ya se promovió un amparo para solicitar la reposición del proceso, alegando violaciones al debido proceso. Además, precisó que a Cinthia no se le aplicó un protocolo con perspectiva de género y que fue sometida a agresiones físicas y sexuales durante su detención.
‘Fue criminalizada desde el principio, sin fundamentos. Incluso un agente investigador la relacionó con uno de los implicados por una supuesta foto en Facebook, que nunca fue presentada formalmente en el juicio. La acusaron sin pruebas y con estigmas’, explicó.
Cinthia tenía 22 años en el momento de su arresto; actualmente, con 30 años, aún permanece en el penal de Santiaguito. Su defensa busca revertir la sentencia mediante la revisión federal del caso, argumentando la falta de evidencia sólida que justifique la condena.