Menos del 5 por ciento de las tierras agrícolas en Gaza son actualmente cultivables o accesibles, lo que agrava el riesgo de hambruna en el territorio palestino devastado por el conflicto, reveló un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Según el análisis, a finales de abril, más del 80 por ciento de las tierras agrícolas estaban dañadas y el 77.8 por ciento ya no eran accesibles, dejando únicamente un 4.6 por ciento de las superficies disponibles para cultivos. Esta evaluación se realizó a partir de un informe geoespacial en colaboración con Unosat, el centro satelital de la ONU.
La FAO destacó que la situación agrava aún más la capacidad de producción alimentaria y aumenta el riesgo de hambruna, especialmente en las áreas de Rafah, en el sur, y en el norte, donde casi ninguna tierra agrícola es viable, según el informe.
Tras más de 19 meses de guerra y dos meses y medio de bloqueo internacional de ayuda por parte de Israel, los habitantes de Gaza enfrentan una grave escasez de recursos y existe una amenaza latente de hambre.
Aunque la semana pasada Israel levantó parcialmente el bloqueo de ayuda, bajo presión internacional, las organizaciones humanitarias señalan que las necesidades aún no están satisfechas.
En abril, el 82.8 por ciento de los pozos de agua destinados a la agricultura estaban dañados, en comparación con el 67.7 por ciento en diciembre de 2024.
Beth Bechdol, directora general adjunta de la FAO, advirtió que con tierras, invernaderos y pozos destruidos, la producción alimentaria local se ha detenido, lo que significa el colapso del sistema alimentario de Gaza y de las fuentes de sustento para sus habitantes.
Antes del conflicto, la agricultura representaba cerca del 10 por ciento de la economía en Gaza, con más de 560 mil personas, alrededor de una cuarta parte de la población, que dependían parcialmente de la producción agrícola, ganadería o pesca, detalló la organización.