El impulso de empleo generado por las megaobras del gobierno federal en el sureste mexicano comienza a disminuir, poniendo fin a años de crecimiento impulsados por proyectos como la Refinería de Dos Bocas y el Tren Maya.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el primer trimestre de 2025, estados como Tabasco y Quintana Roo reportaron una caída en su población laboral.
Estas entidades fueron las principales receptoras de recursos destinados a esas obras, que durante su construcción generaron miles de empleos temporales. Sin embargo, en el caso de Tabasco, que lideró el crecimiento laboral por cinco años gracias a la refinería, se registró una pérdida de 13,617 empleos respecto al mismo período de 2024, equivalente a una disminución del 1.26%. Es el primer retroceso en la región desde 2019, año en el que comenzó la construcción de la planta en Paraíso.
Por su parte, Quintana Roo, clave en el trazado del Tren Maya, también enfrenta un declive en su mercado laboral. En el inicio de 2025, la cantidad de personas ocupadas disminuyó en 11,322, en un contexto en el que la recuperación turística aún no ha logrado absorber completamente el personal desplazado durante la pandemia ni compensar el cierre de los frentes ferroviarios.
Durante el auge de Dos Bocas, Tabasco generó más de 100,000 empleos en tres años. Solo en 2023, su población ocupada creció un 7.74%, el mayor aumento del sexenio. Quintana Roo experimentó un ciclo similar, aunque con un final diferente. Después de una caída abrupta en 2021 por el cierre de actividades turísticas, en 2022 hubo una recuperación con 68,000 empleos impulsados por la reactivación hotelera y la construcción del Tren Maya.
Héctor Magaña, coordinador del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, afirmó que estos datos reflejan una desaceleración en el mercado laboral tras el fin de los grandes proyectos, y alertó sobre la necesidad de fomentar inversiones y proyectos de largo plazo en la región.
“El sector de obras públicas fue un gran generador de empleo durante el sexenio. Pero, al no contar con una estrategia de continuidad, ahora se observa una liberación de trabajadores sin opciones claras de reubicación”, declaró Magaña.