Desde temprano, cientos de personas acudieron a adquirir sus boletos para la final del fútbol mexicano entre Toluca y América, lo que podría generar una escasez de entradas disponibles. Como alternativa, algunos optaron por comprar a través de la reventa, práctica que está sancionada por las autoridades municipales de Toluca.
De acuerdo con el Artículo 124, en su clasificación B, la reventa de boletos para eventos públicos con precios superiores al original, ya sea en la vía pública o en las inmediaciones de los recintos, está penada con arresto de 12 a 36 horas y una multa que va de 20 a 50 Unidades de Medida y Actualización (UMA). La sanción económica oscila entre 2,262 y 5,657 pesos, además del trabajo comunitario equivalente a las horas de arresto.
La venta oficial de boletos comenzó este martes 20 de mayo a las 10:00 horas, permitiendo a los abonados adquirir sus entradas sin inconvenientes. Los boletos sobrantes serán puestos a la venta general en las taquillas del estadio, hasta el 21 de mayo. Sin embargo, no es novedad que los revendedores dupliquen, tripliquen o incluso moreten los precios originales de las entradas, que oscilan desde los 800 pesos en la Tribuna Diablos N3 hasta los 3,600 pesos en la sección VID Euros.
Según el reglamento, la venta general debe cumplir con la distribución de boletos para evitar la acaparación, pero en el estadio Nemesio Díez, la mayoría de las localidades corresponden a abonados. Esto deja pocas entradas disponibles para el público en general.