
José Adolfo Macías Villamar, conocido como Fito, narcotraficante y líder criminal más buscado de Ecuador, fue extraditado este domingo a Estados Unidos, marcando la primera vez que Ecuador envía a un sospechoso a dicho país tras eliminar en 2022 la prohibición constitucional de extraditar a nacionales. Fito, cabecilla de Los Choneros, una de las bandas criminales más antiguas y poderosas en Ecuador, fue trasladado en un avión del Departamento de Justicia estadounidense, tres días después de que la Corte Nacional de Justicia aprobara la solicitud de extradición presentada por EE.UU. bajo estrictas medidas de seguridad, desde el aeropuerto de Guayaquil. El capo aceptó el viernes en una audiencia judicial ser enviado a EE.UU. por temor a posible atentados en su contra en la misma cárcel de máxima seguridad donde permanecía, La Roca, en Guayaquil. La captura de Fito se produjo en un búnker subterráneo en las afueras de Manta, ciudad natal de Los Choneros, tras permanecer un año y medio en paradero desconocido después de su fuga en diciembre de 2023, de la Cárcel Regional de Guayaquil, donde cumplía una condena de 34 años por narcotráfico, asesinato y delincuencia organizada. Pocos días antes, las autoridades arrestaron a su hermano, Yandry Macías Villamar, y a Verónica Briones, pareja de Fito, acusados de lavar 24 millones de dólares provenientes de sus actividades ilícitas. En EE.UU., Fito enfrenta siete cargos, incluidos conspiración para distribuir cocaína y uso ilegal de armas, derivados de su supuesta alianza con el Cártel de Sinaloa para operar una red que enviaba toneladas de cocaína desde Suramérica hacia EE.UU. y otros destinos. En febrero de 2024, EE.UU. ya había sancionado a Los Choneros y a Fito, bloqueando sus propiedades en territorio estadounidense. Desde mayo de 2023, Fito lideraba en solitario a la banda, tras la muerte de su antecesor, Jorge Luis Zambrano, lo que desató una escalada de violencia en el país y llevó al gobierno del presidente Daniel Noboa a declarar el estado de conflicto armado interno y etiquetar a las mafias como grupos terroristas. Las acciones del mandatario incluyeron estados de excepción y la militarización de cárceles bajo control de las bandas. La fuga de Fito de la cárcel antes de que Noboa adoptara la política de mano dura convirtió su recaptura en una prioridad del gobierno y una pieza clave en la lucha contra el crimen organizado en Ecuador.