El gobernador de Florida, Ron DeSantis, afirmó este viernes que el fallo judicial que ordena cerrar el centro de detención migratoria conocido como 'Alligator Alcatraz' no detendrá las deportaciones en el estado. A pesar de la orden de una jueza federal, las operaciones de expulsión se mantienen, incluyendo vuelos semanales en colaboración con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y la Guardia Costera.
DeSantis recalcó que Florida continuará con su misión de deportar migrantes, señalando que el fallo de la jueza Kathleen Williams, del Distrito Sur de Florida y nominada por el expresidente Barack Obama, no los disuadirá. El gobernador calificó a Williams de activista, tras señalar que la jueza no les daría un trato justo.
Horas antes de la orden judicial, el estado apeló la decisión y reforzó sus acciones migratorias, con operativos de la Patrulla de Carreteras que en las últimas 72 horas lograron detener a 200 migrantes, según el fiscal James Uthmeier.
En un evento en Panama City, DeSantis expresó su orgullo por el trabajo realizado y aseguró que seguirán desplegando recursos para identificar, aprehender y deportar a quienes exploten la situación migratoria en Florida.
Los grupos ambientalistas Friends of The Everglades y Center for Biological Diversity, junto con la tribu Miccosukee, presentaron la demanda que llevó al fallo judicial, y anticipan que el caso llegará a la Corte Suprema. La administración estatal, por su parte, afirma que las deportaciones continuarán en el centro, con una capacidad inicial para 2,000 personas, que se espera aumente a 4,000.
Mientras tanto, los demócratas consideran que el gobierno ya preveía el fallo y señalaron que al recorrer el centro, el congresista Maxwell Frost encontró menos de 340 migrantes en el lugar esta semana. Además, DeSantis anunció hace una semana la apertura de un nuevo centro de deportaciones llamado ‘Deportation Depot’ en una cárcel abandonada en el norte del estado, con capacidad para más de mil 100 personas.
