CHIMALHUACÁN, Estado de México, 13 de julio de 2025.- A casi cuatro años de haber asumido la presidencia municipal de Chimalhuacán, Xóchitl Flores Jiménez enfrenta un creciente descontento social por el notable deterioro en seguridad, servicios públicos, infraestructura y transparencia.
Tras su elección en 2021 con la promesa de erradicar la corrupción y transformar la herencia autoritaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI), su mandato se ha caracterizado por una gestión ineficiente, escasos resultados y un alarmante aumento en los índices delictivos.
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en los primeros cinco meses de 2025 se han reportado numerosos incidentes en el municipio: habitantes denuncian la nula presencia policial en colonias como Acuitlapilco, Xochiaca y San Agustín, mientras que los oficiales que patrullan carecen de equipamiento y capacitación adecuados.
Asimismo, los compromisos de mejorar los servicios básicos prometidos durante la campaña han quedado en entredicho. La recolección de basura es intermitente; el número de baches, fugas de agua y zonas sin alumbrado público desde hace meses ha aumentado, generando protestas ciudadanas frente al Palacio Municipal y bloqueos en avenidas como el Peñón y Bordo de Xochiaca.
El Sistema de Aguas de Chimalhuacán (ODAPAS) ha sido acusado de cobrar tarifas excesivas y realizar cortes de agua injustificados, mientras que las escuelas públicas permanecen en condiciones precarias, sin mantenimiento ni recursos suficientes.
De acuerdo con el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), en 2023 el gobierno de Flores Jiménez ejerció menos del 60 por ciento del presupuesto destinado a infraestructura, dejando pendientes más de 30 proyectos, muchos de los cuales no tuvieron licitación pública clara. Un ejemplo de ello es la rehabilitación de la Avenida Arca de Noé, iniciada en 2022 y aún sin concluir, situación que ha afectado la economía de los comerciantes locales, que enfrentan cierres parciales y falta de soluciones por parte del ayuntamiento.
A pesar de haber llegado con un discurso de cambio y transformación, la administración de Flores Jiménez ha generado una ola de decepción en un municipio que históricamente ha sido víctima de marginación. Con el proceso electoral 2025 en marcha, la mandataria enfrenta no solo el desgaste propio del cargo, sino también la exigencia de una ciudadanía que demanda resultados reales y claros, no solo discursos.
