El secretario general de Fuerza Popular, Luis Galarreta, afirmó que el partido mantiene su postura respecto a la presidencia del Congreso y negó que exista un cambio de opinión tras el reciente relevo político. Según explicó, su pronunciamiento no buscaba modificar la participación en la Mesa Directiva.
"No hay ningún cambio de posición. Nosotros señalamos que no vamos a asumir la presidencia del Congreso porque eso implicaría que quien la ocupe, Fernando Rospigliosi, pasaría al Palacio de Gobierno. Sin embargo, Rospigliosi, que es el primer vicepresidente, seguirá siendo encargado y despachará los temas administrativos con los otros vicepresidentes", aseguró en RPP.
Galarreta agregó que la declaración no se refería a presidir la mesa, sino a no asumir la presidencia, aclarando que si hubo interpretaciones distintas, ya lo habían aclarado públicamente.
Estas declaraciones generan suspicacias en la ciudadanía, en particular por las declaraciones previas del vocero de Fuerza Popular, César Revilla, quien precisó que no buscarían presidir el gobierno de transición ni la Mesa Directiva durante ese período. En ese momento, también se precisó que no apoyarían mociones de vacancia contra Dina Boluarte y que no pretenden formar parte del gobierno ni de la presidencia del Congreso.
Por su parte, el congresista fujimorista Ernesto Bustamante, consideró “muy probable” que se convoque a una nueva elección para recomponer la Mesa Directiva o que Rospigliosi renuncie a su cargo. "Participamos en las elecciones y no queremos que acciones en el gobierno o en el Parlamento interfieran en ese proceso", afirmó.
Para sustentar la participación de sus miembros en la Mesa, Galarreta recordó el precedente del 2000, cuando Valentín Paniagua asumió la jefatura del Estado desde la presidencia del Congreso tras la renuncia de Alberto Fujimori. "Lo que estamos haciendo es cumplir la ley, la misma que colocó a Paniagua como encargado de la Presidencia, y en la que están participando Jerí y Rospigliosi, quienes cumplen funciones en sus cargos", explicó.
Por último, Galarreta rechazó acusaciones de un supuesto “pacto mafioso”, señalando que esas ideas provienen de grupos que buscan desprestigiar a los actores políticos con declaraciones como “No Keiko, está Toledo”, “No Keiko, está Humala”, “No Keiko, está Castillo”. Aseguró que están cumpliendo la ley y que no hay pactos ocultos, advirtiendo que estos discursos generan inestabilidad en un momento crucial para el país.