Krisman Nizama Ponce, de 31 años, procesado por extorsión y quien escapó este domingo del establecimiento penitenciario de Piura, ya había sido noticia en septiembre de 2018 por utilizar constantemente su cuenta de Facebook desde el interior del penal, donde difundía selfies y actualizaciones. Según informó el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), la fuga ocurrió cuando el interno acudió a un control para recibir tratamiento psiquiátrico. En ese momento, también reportó que otros reclusos, como Hardy Andrade Aguilar, Gian Carlo Cruz Aponte, Bryan Duque Suyón, Julla Medina Montero, Miguel Ángel Yataco Jiménez y Julio Wilder Calderón Eche, usaban redes sociales desde el penal.
Tras el incidente, las autoridades penitenciarias llevaron a cabo una requisa en los pabellones y trasladaron a los internos a áreas de meditación, además de notificar al Ministerio Público e iniciar una investigación administrativa para determinar sanciones correspondientes, según informó TV Perú. Nizama Ponce cumplía una orden de prisión preventiva dictada en marzo de 2024 por el juez del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Talara, José Luis Lizano. Este mismo mecanismo fue aplicado a Juan Víctor Ochoa Nores, acusado de extorsión, y a Joel Enrique Gómez Morán, por tenencia ilegal de municiones.
La Fiscalía detalló que Nizama Ponce, conocido como ‘El loco’ y presunto integrante de la banda ‘Los Malditos de Talara’, fue detenido en flagrancia durante una revisión de su teléfono móvil, en la cual se constató que realizó llamadas al agraviado y exigió 20,000 soles mediante amenazas telefónicas de muerte. La Policía y el Ministerio Público montaron un operativo en La Campana de Talara Alta con una entrega controlada de 500 soles en billetes marcados, lo que permitió identificar a los extorsionadores.
Las investigaciones resaltan que los detenidos enfrentan penas que superan los cinco años, pudiendo llegar hasta quince años de prisión. Nizama Ponce y Ochoa Nores tienen antecedentes por tenencia ilegal de armas. El INPE informó que, tras la fuga, se activaron protocolos de seguridad y se inició una búsqueda exhaustiva tanto dentro del penal como en sus inmediaciones, con acciones en marcha para recapturarlo.
Asimismo, el INPE ordenó la remoción inmediata del director y subdirector del penal de Piura, además de que la Oficina de Asuntos Internos realiza indagaciones administrativas para esclarecer responsabilidades. La fuga de Nizama Ponce se suma a otros incidentes recientes en distintos penales del país, como la evasión de un recluso venezolano en Huaral, que derivó en la destitución del director de ese establecimiento, y amenazas contra funcionarios, como la del director del penal de Chincha, quién recibió videos intimidatorios por su rechazo a traslados internos.
El penal de Piura enfrenta una crisis de hacinamiento, con una población de 4,435 internos, cuando su capacidad máxima es de 1,070, lo que representa una sobrepoblación superior al 300%. Entre los reclusos, 2,372 están en condición de inculpados y 2,063 ya sentenciados, lo que evidencia las condiciones precarias y los riesgos en el sistema penitenciario local.
