Galero argentino devuelve obra robada del siglo XVII en Bogotá: restaurando la historia y el patrimonio

Por: Equipo de Redacción | 04/11/2025 20:00

Galero argentino devuelve obra robada del siglo XVII en Bogotá: restaurando la historia y el patrimonio

El mercado negro del arte continúa siendo una problemática global, impulsado por el valor económico de piezas de gran importancia cultural. Ejemplos recientes incluyen el robo en la galería Apolo del Louvre, que en su momento se llevó joyas valoradas en millones de euros.

En Colombia, la historia de robos de obras de arte también ha tenido un impacto significativo en el patrimonio cultural. La última semana de octubre, la iglesia de San Ignacio, ubicada en el centro histórico de Bogotá, recuperó la pintura de Santa Eulalia, obra atribuida al maestro Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos, después de casi cuarenta años en paradero desconocido.

La pintura, datada a finales del siglo XVII y que originalmente adornaba un retablo en la iglesia, fue sustraída en los años 1980. La iglesia y las autoridades religiosas no tenían conocimiento del paradero de la obra hasta que, en diciembre de 2024, fue adquirida en una subasta en Uruguay por el coleccionista argentino Gonzalo Eguiguren, quien administra una galería en Madrid.

Un estudio realizado por el especialista en arte virreinal Adrián Contreras Guerrero identificó la obra como parte del patrimonio histórico robado. Al conocer esta información, Eguiguren inició gestiones para su devolución, que culminaron el 23 de octubre en Madrid, donde el sacerdote Santiago Tobón Grajales, rector de la iglesia de San Ignacio, recibió oficialmente el cuadro para trasladarlo personalmente de regreso a Bogotá.

La obra, realizada por Gregorio Vásquez, es considerada una pieza emblemática del arte barroco en la región que ahora es Colombia. Su restitución no solo recupera un bien material, sino que también simboliza la restauración de un lazo cultural e histórico entre España y América Latina, y fortalece los procesos de conservación del patrimonio.

El rector del templo señaló que la devolución de Santa Eulalia contribuye a reavivar el diálogo en torno al patrimonio y la memoria histórica, además de facilitar la búsqueda de otros elementos sustraídos del mismo retablo. La iglesia destacó que esta acción refuerza los esfuerzos para identificar y recuperar obras con origen ilícito.

Aunque Eguiguren adquirió la obra por una suma significativa, en términos económicos, su valor simbólico y cultural supera cualquier cifra monetaria. La obra representa una manifestación artística y religiosa que refleja la identidad cultural del periodo colonial en Colombia y el impacto de Vásquez en el desarrollo del arte barroco regional.