El agua fluye con fuerza por las calles de Rincón de López, en Tejupilco, como si fuera una cascada, pero en realidad proviene del drenaje que ha salido a la superficie. La corriente recorre una de las principales vialidades de la comunidad hasta llegar al río y seguir su cauce.
Los vecinos han señalado que las tuberías existentes ya no son suficientes para soportar el volumen de agua durante las lluvias, por lo que el líquido termina buscando salidas alternas. Ante esta situación, han solicitado la intervención de las autoridades para atender la problemática.
La acumulación de agua forma un pequeño riachuelo junto con lodo y tierra, que los residentes deben cruzar para acceder a sus hogares, escuelas, comercios o trasladarse a otros puntos de la localidad. Algunos han optado por atravesar en motocicleta o automóvil, pese a lo corto del recorrido. Otros, especialmente niños, ven en el agua una forma de diversión y con sus botas de hule saltan en los charcos, mientras que los adultos también utilizan calzado protector.
Hay quienes se atreven a caminar con huaraches a pasos firmes, ya que en ciertos momentos del día, ‘el agua llega con más fuerza’, relatan los vecinos.
Asimismo, el agua ha empezado a brotar de las coladeras, tanto en los baños y regaderas de las viviendas como en las que están en la vía pública, que permanecen con tapas abiertas para facilitar el drenaje.
Aarón, vecino de la comunidad, comentó: ‘Es tanta el agua que ya empieza a salirse de las casas y es agua sucia. Ya hemos llamado a las autoridades para que venga y vea la situación aquí’.
Existe también preocupación por la posible proliferación de bacterias y contaminantes debido al agua residual, que podría causar enfermedades, especialmente en niños y adultos mayores, quienes son los sectores más vulnerables.
Hace aproximadamente un año, una tromba desbordó el río de la comunidad, causando la inundación de más de 400 inmuebles, además del arrastre de vehículos y el daño a calles y comercios. Desde entonces, los residentes han expresado la necesidad urgente de mejorar el sistema de drenaje para evitar futuras crecidas.
Mientras tanto, las familias continúan manejando la situación, algunos logrando normalizar el paso del agua sobre el pavimento, otros aún esperando que las autoridades brinden una solución efectiva.
