Héctor Lavoe: El legado del maestro de la salsa que trascendió fronteras

Por: Equipo de Redacción | 01/07/2025 21:00

Héctor Lavoe: El legado del maestro de la salsa que trascendió fronteras

Héctor Lavoe, uno de los íconos más representativos de la salsa, originario de Ponce, Puerto Rico, dejó una huella indeleble en la música latina con éxitos como “El cantante”, “Periódico de ayer” y “El día de mi suerte”. Para mantener vivo su legado y acercar su historia a nuevas generaciones, más de 20 sonideros rindieron homenaje al artista en el barrio de Tepito, en la Ciudad de México.

Durante siete horas, colectivos como La Changa, Sonido Pancho, Juventud Latina, Sonido Memín, Salsabor, Ritmo Cubano y Discomovil interpretaron y recordaron la música que hizo famoso a Héctor Juan Pérez Martínez, nacido en 1946 en Ponce, Puerto Rico. Desde joven mostró interés por la música y, a los 17 años, se trasladó a Nueva York, donde comenzó a trabajar en grupos liderados por Roberto García, Kako y Johnny Pacheco, dueño de Fania Records.

Fue en esa época cuando conoció a Willie Colón, con quien formó una de las duplas más influyentes en la historia de la salsa, activa entre 1967 y 1973, lanzando álbumes emblemáticos como “El malo”, “Cosa nuestra”, “La gran fuga”, “El juicio” y “Lo mato”. Como fundador de la Fania All-Star, colaboró en éxitos como “Aguanile”, “Che Che Cole” y “La murga”. La separación de Colón en 1973 fue amistosa, y Colón continuó produciendo álbumes en solitario para Lavoe.

En 1975, lanzó su disco en solitario “La voz”, que incluyó temas como “Mi gente”, “El todopoderoso” y la icónica “El cantante”, escrita por Ruben Blades, que pronto sería su sobrenombre artístico. Otros álbumes, como “De ti depende” y “Comedia”, consolidaron su carrera en solitario, donde también destacó como director de orquesta en la reedición de “De ti depende” en vinil, que trae éxitos como “Periódico de ayer” y “Vamos a reír un poco”.

Apodado “El cantante de cantantes” y “El chico malo de la salsa”, Lavoe compartió escenario con figuras como Tito Puente y Frankie Ruiz. Sin embargo, su vida personal estuvo marcada por luchas contra la adicción a las drogas y el alcohol, problemas que contribuyeron a su deterioro físico y emocional.

Desde muy joven enfrentó tragedias: perdió a su madre a los siete años y, en sus años finales, sufrió la pérdida de su suegra, su padre y su hijo Héctor Pérez Jr., que falleció tras un accidente con un arma. En 1987, un incendio en su departamento en Queens le causó lesiones que lo llevaron a saltar por la ventana; en 1988, intentó suicidarse tras una pelea con su esposa.

Héctor Lavoe falleció en 1993 a los 46 años en Queens, Estados Unidos. Su memoria fue honrada en 2014 con una estatua en su ciudad natal, Ponce, donde aparece con un micrófono y maracas, símbolo de su legado musical.