En medio del anuncio de una próxima reunión de Bandana, Lourdes Fernández fue noticia por un episodio policial que movilizó a la opinión pública. La cantante, surgida en 2001 del reality Popstars, fue encontrada en el domicilio de su pareja, Leandro García Gómez, tras un allanamiento que duró doce horas, en un momento en que su familia no tenía contacto con ella. Este hecho puso en evidencia el difícil presente de Lourdes y una interna familiar que lentamente empieza a salir a la luz.
Las alarmas sonaron el jueves por la mañana, cuando su madre, Mabel, denunció no tener noticias de Lourdes desde principios de octubre. Las sospechas recayeron en Leandro Gómez Gerez, a quien Lourdes había denunciado previamente por violencia de género. Tras una jornada tensa, la cantante fue localizada en un departamento en Palermo y trasladada al hospital Fernández, donde recibió el alta en las primeras horas del viernes.
Mientras Lourdes permanece en su casa, acompañada por una amiga, su familia guardó silencio hasta que su hermana Ana habló con los medios en Hurlingham. “La estamos acompañando, pero es muy difícil. Ahora está con amigas y mi mamá está muy angustiada”, indicó Ana en medio del improvisado contacto con la prensa.
“La vimos un poco en el hospital. Está con sus amigas. Por suerte está viva”, dijo Ana con crudeza, y agregó que Lourdes no es plenamente consciente de lo ocurrido el jueves. “Claramente, está en una situación totalmente vulnerable. Como familia nos cuesta mucho acercarnos porque en estos casos te alejan y dan la impresión de que uno está equivocado”, analizó.
Respecto de su pareja, imputado por privación ilegítima de la libertad, Ana expresó: “No queremos que salga, y esperamos que se haga justicia”. Sobre el estado actual de Lourdes, fue cautelosa: “Está con las amigas y con las chicas de Bandana que siempre están apoyándola. Nosotros solo queremos que ella esté bien; que recupere la cabeza y que recapacite”.
Ana también comentó la disponibilidad del domicilio de Lourdes y el apoyo que siempre le brindarán, independientemente de la distancia. Consciente de las repercusiones de sus palabras, envió un mensaje directo a su hermana: “Quiero decirle que la amo y que esto no es en contra de ella, sino para que esté bien. A veces es muy difícil salir, y aunque vea que ella perdonó o está con él, está equivocada. Desde nuestro lado, nos preocupa esa situación”.
Hablando sobre cuánto tiempo había perdido contacto con Lourdes antes del incidente, Ana no precisó fechas, pero admitió una distancia: “De parte de la familia, fue muy difícil mantener una relación con alguien en ese estado o en una relación tóxica. En un momento tuve que alejarme porque ya no podía ayudarla”.
Respecto a los motivos que la llevaron a tomar esa decisión, Ana acusó a García Gómez: “Me alejé por él, por lo que le hizo, cómo le cambió la cabeza. Cuando una persona está vulnerable y creyendo en mentiras, puede caer en lugares muy oscuros que no ayudan en absoluto”. Por último, explicó que la decisión de su madre de hacer pública la denuncia fue por amor y preocupación: “Porque es su hija, porque la quiere y no sabíamos si estaba viva o no”.
