Hígado graso y cirrosis: la planta melisa como aliada natural para su prevención

Por: Equipo de Redacción | 21/10/2025 13:00

Hígado graso y cirrosis: la planta melisa como aliada natural para su prevención

El incremento en los diagnósticos de hígado graso ha motivado la búsqueda de soluciones naturales y efectivas para proteger este órgano vital. Entre las opciones recomendadas, destaca el uso de melisa, también conocida como toronjil, por sus propiedades que pueden ayudar a prevenir daños hepáticos graves, como la cirrosis.

Especialistas de la revista Healthline, basándose en evidencia científica respaldada por publicaciones académicas y la Organización Mundial de la Salud, destacan que el hígado cumple funciones esenciales como la detoxificación, el metabolismo de grasas y la regulación química en la sangre. La alteración de estas funciones afecta la salud general.

Factores como un estilo de vida sedentario y una dieta rica en grasas saturadas y azúcares simples contribuyen al aumento del hígado graso no alcohólico, que muchas veces progresa sin síntomas hasta alcanzar complicaciones severas, incluyendo la cirrosis.

Para prevenir daños hepáticos, es fundamental combinar tratamiento médico con cambios en los hábitos y, en algunos casos, incorporar plantas medicinales reconocidas por sus efectos protectores. La melisa (Melissa officinalis), utilizada tradicionalmente en la medicina natural, cuenta con respaldo científico por sus propiedades antiinflamatorias, hepatoprotectoras y antioxidantes.

Un estudio publicado en 2022 en la revista Phytotherapy Research evidenció que la melisa puede reducir la inflamación hepática y favorecer la regeneración celular en modelos experimentales de hígado graso. Esto se atribuye a su alto contenido de flavonoides y compuestos fenólicos, los cuales combaten los radicales libres y disminuyen el estrés oxidativo, un factor que daña las células hepáticas. Además, ayuda a incrementar la secreción de bilis, mejorando la eliminación de grasas.

La melisa puede ser útil como complemento en el tratamiento del hígado graso, gracias a su acción desintoxicante y reguladora del sistema digestivo. Se recomienda su uso bajo supervisión profesional y en diversas formas, como infusiones, cápsulas o extractos líquidos. La dosis habitual recomendada es una taza de infusión diaria de hojas secas, acompañada de una dieta baja en grasas y azúcares, junto con actividad física regular.

Además de la melisa, otras plantas han demostrado potencial en estudios laboratoriales y como coadyuvantes en la salud hepática. Sin embargo, su efectividad depende de cambios en el estilo de vida: abandonar el alcohol, reducir las grasas en la dieta, incrementar el consumo de frutas y verduras, hacer ejercicio y manejar el estrés.

Expertos y organismos de salud coinciden en que las plantas medicinales, incluyendo la melisa, pueden ser valiosas en un enfoque integral para prevenir el avance del hígado graso y la cirrosis, siempre complementando una alimentación saludable y consultando a profesionales antes de comenzar cualquier suplementación para evitar la automedicación.