El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibirá el próximo 10 de noviembre en la Casa Blanca al presidente sirio Ahmed al Sharaa en una reunión sin precedentes en la historia diplomática entre ambos países. Será la primera visita de un líder sirio a Washington desde la independencia de Siria en 1946, lo que la Casa Blanca califica como “un paso histórico hacia la paz y la estabilidad en Medio Oriente”.
La portavoz presidencial, Karoline Leavitt, confirmó la cita y destacó que este encuentro forma parte de los esfuerzos diplomáticos del mandatario para dialogar con líderes mundiales en busca de solución a los conflictos regionales. La administración Trump considera que Siria ha mostrado avances bajo el liderazgo de Al Sharaa, un ex combatiente islamista que asumió el poder tras la caída del régimen de Bashar al-Assad en 2022.
El anuncio se realiza pocos meses después de que la Casa Blanca levantara las sanciones económicas impuestas a Damasco, en lo que se ha definido como un intento de ofrecerle a Siria una oportunidad concreta para lograr la paz. La medida busca, además, promover la reintegración del país árabe a la comunidad internacional tras más de una década de guerra civil, aislamiento diplomático y destrucción económica.
Durante su visita, Al Sharaa conversará con Trump sobre temas clave como la reconstrucción del país, el levantamiento de las sanciones restantes y la cooperación en seguridad y lucha contra el terrorismo. Fuentes del Ministerio de Exteriores sirio, citadas por medios estatales, confirmaron que Damasco espera formalizar su adhesión a la coalición liderada por Estados Unidos contra Estado Islámico (ISIS).
El enviado especial de EE. UU. para Siria, Tom Barrack, adelantó que el líder sirio planea firmar su integración a la alianza internacional antiterrorista durante su estadía en Washington, lo que representaría un cambio radical en la política exterior siria. Cabe destacar que Al Sharaa, que en el pasado tuvo vínculos con grupos yihadistas como Hayat Tahrir al-Sham (HTS), ha intentado presentarse como una figura más moderada y distanciarse de su pasado extremista.
Es la segunda visita de Al Sharaa a Estados Unidos en este año. En septiembre, habló en la Asamblea General de la ONU, abogando por una Siria reconciliada, abierta y comprometida con la paz regional. Aunque su discurso fue recibido con cautela, marcó el inicio de una nueva etapa diplomática para un país que busca dejar atrás una década de conflicto y aislamiento.
Este encuentro en Washington tiene el potencial de reconfigurar las relaciones entre Estados Unidos y Siria, y consolidar un proceso de normalización que, hasta hace poco, parecía inalcanzable.