NAUCALPAN, Edomex, 24 de julio de 2025.- La pérdida de Hulk Hogan marca el fin de una era en la historia de la lucha libre mundial. Reconocido como uno de los iconos más importantes de la disciplina, estrella de la WWE y TNA, su legado dejó huella en el ámbito internacional. Hogan siempre reconoció la calidad de la lucha libre mexicana, considerada una de las mejores del mundo, y en vida se inspiró en ella para revolucionar el deporte en Estados Unidos.
Su relación con México se fortaleció a través de dos visitas al Toreo de Cuatro Caminos en Naucalpan, organizado por la Empresa de Lucha Libre Independiente liderada por Carlos Máynez. La primera estuvo marcada por un especial encuentro el 31 de julio de 1983, donde Hulk Hogan, acompañado del japonés Gran Hamada, enfrentó a las leyendas mexicanas Canek y Perro Aguayo ante una multitud que quedó afuera del recinto. Durante esa visita, Hogan conoció en vivo la intensidad y técnica de la lucha mexicana y lanzó un reto al Príncipe Maya para un enfrentamiento mano a mano.
Un año después, el 2 de septiembre de 1984, se llevó a cabo la tan esperada revancha, donde Hogan y Canek disputaron los campeonatos de sus respectivas organizaciones, la WWF y la UWA. La batalla fue épica: Canek utilizó su famoso movimiento de levantar al rival en dos ocasiones contra Hogan, quien respondió con su clásica patada. La lucha terminó en un empate, dejando una huella imborrable en la historia de la lucha libre mexicana.
Hulk Hogan siempre recordó con respeto y admiración la lucha libre mexicana, destacando su calidad y energía como uno de los mejores estilos en el mundo del deporte.